Medios - Comunicación

Alicante retoma el sueño de convertirse en el 'Hollywood' español

  • Los estudios de Ciudad de la Luz reabren tras una década sin albergar rodajes
  • Su plan de negocio aspira a atraer películas y series que generen 850 millones de euros
  • El Gobierno valenciano estudia incentivos fiscales para competir con otras regiones
Imagen del complejo durante el rodaje de Asterix en los Juegos Ol?mpicos.

Los estudios en los que se rodaron las escenas del tsunami de Lo imposible o donde se recreó el circo de Roma de Astérix y los Juegos Olímpicos vuelven a encender sus focos después de una década cerrados. Una segunda oportunidad que Ciudad de la Luz, el complejo cinematográfico levantado por la Generalitat Valenciana, no quiere desperdiciar para convertir a Alicante en un imán de la industria del cine y de las series audiovisuales.

La vuelta a la vida de los platós alicantinos se produce después de que la Comisión Europea decidiese levantar la sanción por ayudas ilegales que impedía cualquier actividad económica en los estudios de la Generalitat. Una condena que pesaba desde hace 10 años y que en principio debía prolongarse hasta 2027. Durante este tiempo la mayoría de las instalaciones, cuyo coste superó los 420 millones de euros, han estado cogiendo polvo, con la excepción de tres edificios que el Gobierno valenciano reasignó para ubicar empresas tecnológicas en lo que bautizó como Distrito Digital, además de otros fines como acoger a refugiados ucranianos.

En estos meses, la empresa pública Sociedad de Proyectos para la Transformación Digital (SPTCV), la titular del complejo, se ha centrado en elaborar un plan de negocio y auditar las instalaciones para volver a poner a los estudios en un mercado que poco tiene que ver con el de hace una década. "En estos momentos hay una demanda muy potente que se ha multiplicado con las series y la apuesta de las plataformas de streaming", explica Antonio Rodes, director general de la empresa pública.

Una docena de solicitudes

Muestra de ello es que el recinto alicantino, que aún está cerrando la incorporación de un equipo directivo especializado en este sector, ya ha recibido solicitudes de presupuestos de una docena de proyectos para los rodajes de películas y series de tamaño grande y mediano. "Un rodaje de este tipo puede traer entre 300 y 500 personas durante varios meses, y si además son producciones históricas en algunos casos pueden llegar a solicitar 1.500 figurantes", apunta Rodes.

El plan de negocio trazado por Ciudad de la Luz contempla que el recinto albergue alrededor de 220 producciones durante un plazo de cinco años. Una actividad que generaría un impacto económico de 850 millones de euros durante ese periodo, con alrededor de 4.900 empleos y 22.800 contratos de servicios vinculados a toda la parafernalia del espectáculo, desde técnicos de imagen y sonido a iluminadores, carpinteros o profesionales de peluquería.

"El mundo del cine es un mundo de carpinteros más que de actores y guionistas. De los 10 meses que puede pasar una producción aquí realmente están siete meses en los talleres construyendo decorados y tres rodando", comenta Rodes. Precisamente considera que una de las asignaturas pendientes de Alicante es recuperar este tejido de profesionales y empresas especializadas en este mundo. Para ello, la empresa pública, que cuenta con 11.000 metros cuadrados de talleres, ya está ofreciendo ubicarse a firmas de decorados, iluminación y otros servicios.

Aunque los estudios alicantinos no son los más grandes de Europa, según el análisis de SPTCV están a la cabeza en calidad y requerimientos técnicos pese a la década que han pasado sin albergar rodajes. Las instalaciones incluyen seis platós con sus respectivos edificios de apoyo a la producción, ubicados en parejas, de forma que si es necesario se pueden unir y duplicar su tamaño. De esta forma ofrecen espacios que van de 1.650 metros hasta 4.800 metros cuadrados. Ciudad de la Luz también posee dos zonas de 7 y 8 hectáreas para rodajes exteriores, donde se encuentra el mayor tanque para el rodaje de escenas acuáticas de Europa, que protagonizó parte de Lo Imposible y la auténtica joya de la corona para diferenciarse de sus competidores.

Pese a ello, sus dimensiones son inferiores a los grandes referentes del sector en Europa, como Pinewood en Londres con 30 estudios o los nueve que tiene Castel Film en Rumanía, una de las potencias emergentes en los últimos años. Por eso el plan de negocio también incluye inversiones por 25 millones de euros en cinco años para ampliar las instalaciones de cara a esas megaproducciones.

"Queremos ampliar dos platós con más de 4.000 metros cuadrados cada uno, con sus respectivos edificios de apoyo", explica. Otra inversión consiste en un nuevo nodo de telecomunicaciones para responder a la demanda de una industria que se ha vuelto completamente digital. "A la vez que se rueda en un estudio aquí se están editando las imágenes en los Ángeles, eso exige un ancho de banda enorme".

Incentivos fiscales

Pero las instalaciones no son lo único en que se fijan productores y plataformas para decidir donde rodar. Los incentivos fiscales y las subvenciones es uno de los aspectos que se estudian con lupa y que, de hecho, ya ha perjudicado en algunas decisiones a Alicante, según reconoce Rodes. "Estamos trabajando en una estructura de incentivos y ayudas de acuerdo con lo que autoriza la Comisión Europea", apunta.

Las cifras que mueven estos grandes rodajes explican la fuerte competencia que se ha desatado entre ciudades y regiones por atraer este tipo de producciones audiovisuales y en el caso autonómico. Y en este aspecto la fiscalidad que ofrecen Canarias y País Vasco está muy lejos de la valenciana. Lo mismo ocurre en Europa. Pese a que el Gobierno español ha introducido bonificaciones fiscales, están limitadas a 10 millones frente a los 25 millones en Francia o Italia. Una diferencia que decanta las producciones con mayores presupuestos.

El plan de negocio contempla que el recinto puede lograr ebitda positivo en el segundo año y beneficio contable a partir del tercero o cuarto. Algo que sería un auténtico giro en el guion para lo que ha sido hasta ahora un agujero en las cuentas de la Generalitat Valenciana.

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