Materias Primas

El petróleo Brent se toma un respiro y cotiza en el entorno de los 77 dólares

  • La incertidumbre internacional está ayudando a impulsar el petróleo
Foto de archivo

El barril de petróleo Brent para entrega en julio se toma un respiro tras varias jornadas de alzas y cae al entorno de los 77 dólares por barril. El crudo ha disfrutado del impulso que ha supuesto las nuevas sanciones de Trump a Irán y de un mercado en el que la oferta no está siendo capaz de seguir a la demanda por los problemas de producción en Venezuela y los recortes en el resto de países de la OPEP. No obstante, esta jornada cotiza prácticamente plano.

El precio del petróleo de referencia para Europa, que cerró este miércoles en 77,21 dólares por barril, se coloca en 77 dólares por unidad, con un descensos del 0,3%.

Por su parte, el barril de petróleo de calidad Texas, de referencia para EEUU, se sitúa en los 70,9 dólares desde los 71,14 dólares del cierre de la sesión de ayer. Aún así, la revalorización de este barril en lo que va de año se acerca al 18%.

En el mercado de divisas, la cotización del euro frente al 'billete verde' se mantenía estable cerca de mínimos anuales por debajo de 1,19 dólares. En el mes de mayo, la moneda europea acumula una depreciación del 1,9% respecto al dólar, mientras el precio en dólares del barril de petróleo Brent se ha encarecido un 4,5%.

Los factores internacionales son positivos

En este sentido, Enrique Díaz-Alvarez, director de Riesgos de Ebury, ha señalado que "a corto plazo" parece que el impacto de la tensión diplomática entre Estados Unidos e Irán "es positivo para el dólar", señalando que el aumento de la tensión internacional y de la posibilidad de conflictos en Oriente Próximo normalmente ha resultado en la compra de dólares como activo refugio.

Asimismo, Díaz-Alvarez ha apuntado que la subida del precio del petróleo como consecuencia de esta inestabilidad tiende a empujar al alza a la inflación y con ella los tipos de interés en EEUU, mientras que los de la eurozona continúan anclados por la política monetaria del BCE, ampliando el diferencial en tipos entre ambas zonas monetarias, con la consecuente presión al alza en la divisa estadounidense.

Incertidumbre a largo plazo

No obstante, el experto de Ebury ha matizado que, a más a largo plazo, las consecuencias son mucho más difíciles de predecir, señalando que "la poca fiabilidad de EEUU como socio internacional obligará a Europa a reforzar mecanismos independientes de transacciones internacionales que no dependan del dólar.

"Ello debería ayudar a extender el uso del euro como medio de pago internacional y, por tanto, sería positivo para la moneda única", ha añadido.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky