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Los gestores abogan por la exención en la reinversión de beneficios para la pyme en el Impuesto sobre Sociedades

  • Elaboran una propuesta de reforma fiscal para pequeñas empresas y autónomos
Fernando Santiago, presidente de los gestores administrativos. A. Martín

El Colegio de Gestores Administrativos de Madrid aboga por la exención en el Impuesto sobre Sociedades de la reinversión de beneficios para la pequeña y mediana empresa y un tipo nominal máximo del 15% sobre los beneficios repartidos.

Estiman los gestores administrativos que en una situación tan excepcional como la actual  son precisas medidas excepcionales para recuperar el tejido empresarial de las pequeñas empresas.

Según consta en su Propuesta de Reforma Fiscal para la Pyme, estos profesionales consideran que el esfuerzo fiscal personal y empresarial es superior en España al de la media, tanto de la UE, como de la OCDE, y "nuestro índice de competitividad fiscal es de los peores de nuestro entorno, sobre todo en el ámbito empresarial y patrimonial, por lo que es necesario mejorar la tributación de las pymes y autónomos que representan más del 99% de nuestro tejido empresarial", explica la Propuesta.

Competencia en el entorno

Este análisis, elaborado por una comisión dirigida por el catedrático de Economía Aplicada de la UNED, Juan Iranzo, determina que el Impuesto de Sociedades en España tiene un tipo sensiblemente superior al vigente en los países con los que competimos. Además, se están eliminando las deducciones, exenciones y bonificaciones, por lo que el tipo efectivo se está elevando y acercándose al nominal.

En el caso de las pymes, dada la estrecha vinculación de la empresa con el empresario como persona física, que también tributa por el beneficio, habría que bajar el tipo nominal al vigente en la media de los países de la UE, evitar la doble imposición que se produce entre Sociedades e IRPF sobre la misma renta.

Según el índice de Competitividad Fiscal, elaborado por la Tax Fundation, el modelo tributario más eficiente desde un punto de vista de competitividad empresarial es el vigente en Letonia, al que asigna el valor 100, mientras que en la media de la UE se reduce al 64,7, en la OCDE al 60, y en España se hunde al 50,1, antes incluso de las últimas elevaciones fiscales.

La nueva tasa Google está incrementando los costes de producción, puesto que incide en todas las actividades relacionadas con la digitalización, sobre todo en el comercio electrónico, que es una forma creciente de distribución comercial para las pymes. Por ello, considera que esta tasa debería ser suspendida, al menos hasta que se aplique en otros países de la UE.

Consideran los gestores administrativos que también, el IVA se debe reducir, por lo menos durante dos años, para los sectores económicos más perjudicados por la crisis de la pandemia, que son los más relacionados con la movilidad interna y externa de las personas; hotelería, hostelería y transporte. Además, se deben mantener exentos de IVA los servicios sanitarios y de educación, en los que las pymes, tienen una presencia muy relevante.

Estiman que las cotizaciones sociales con cargo al empresario suponen un componente muy importante del coste total del factor trabajo y, por ende, de los costes totales de producción, sobre todo en las pymes más intensivas en mano de obra, como son las relacionadas con el sector servicios en general.

Topes de cotización

En este sentido, consideran que no se deben elevar ni quitar el tope a los máximos de cotización, ni obligar a los trabajadores autónomos a cotizar por sus ingresos reales, salvo en los casos en los que no generen actividad suficiente para llegar a la cuota mínima. Asimismo, se deben extender para las pymes, que son las que crean la mayor parte del empleo en España, la tarifa plana.

Además, señalan que la Reforma necesaria de las pensiones se debe realizar mediante el alargamiento de la vida laboral, y de los años de cálculo de la base reguladora, pero nunca elevando las cotizaciones sociales, lo que penalizaría el empleo y la propia recaudación.

Defienden, por otra parte, que teniendo en cuenta la difícil situación económica actual, debería permitirse a las empresas la compensación de pérdidas hacia atrás (el llamado 'loss carryback').

De este modo, las empresas que más problemas estén experimentando, pueden compensar sus pérdidas contables actuales contra los beneficios positivos de años anteriores, tal y como se permite, en otros países como Alemania, Francia, Reino Unido o Irlanda. Esto permitiría, junto con otras medidas como la libertad de amortización para las nuevas inversiones reforzar la liquidez y los recursos propios de la parte del tejido empresarial más afectado.

Dada las distorsiones que genera el IAE y como penaliza el empleo al tributar sobre superficie de actividad y número de trabajadores, habría que suprimirlo y sustituirlo, por la cesión de una parte del tramo autonómico deI IRPF a los municipios, al igual que el IBI, que podría reducirse y compensar también con esa parte del tramo, estableciendo un nuevo modelo de Financiación Local.

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