
Tras años de escándalos acumulados, a pesar de haber revisado hasta en seis ocasiones la legislación comunitaria, la Comisión Europea ha puesto toda la carne en el asador para combatir el lavado de dinero y la financiación de terrorismo en la Unión Europea.
Para ello, la Comisión propuso un marco único de reglas y requerimientos de directa aplicación para combatir el blanqueo de capitales por parte de los supervisores nacionales, por ejemplo para comprobar el dueño beneficiario o realizar la diligencia debida con los clientes.
Además, Bruselas creará una nueva autoridad europea que se encargará de coordinar a los organismos nacionales, e incluso podrá asumir la supervisión directamente si las autoridades nacionales no toman las medidas adecuadas. La nueva autoridad comunitaria tendrá poderes para imponer sanciones a las entidades y empresas de hasta 10 millones de euros o un 10% de sus ingresos, según la cifra que sea más alta en cada momento.
Escándalos
Escándalos como el de Danske Bank, que blanqueó alrededor 200.000 millones de euros en la UE, han puesto en evidencia la debilidad el marco europeo, sobre todo por la flexibilidad que permitían las directivas al aplicar las normas comunitarias y los fallos cometidos por los supervisores nacionales al vigilar a sus propias entidades. El vicepresidente de la Comisión para asuntos económicos, Valdis Dombrovskis, defendió que las reglas europeas antiblanqueo están entre las más duras del planeta. "Pero ahora deben aplicarse de manera constante y supervisada de cerca para asegurarse de que realmente muerden", añadió.
El paquete presentado ayer también extenderá las normas antiblanqueo a los criptoactivos, como Bitcoin, utilizados por redes criminales para los pagos por ocultar la identidad.
Además, en este caso y según las nuevas reglas, todos los proveedores de servicios de activos digitales tendrán que realizar la diligencia debida con los clientes y se reforzará la trazabilidad con estos medios de pago.
Las normativas presentadas ayer en Bruselas, que deben ser consensuadas con los Estados miembros de Unión Europea y el Parlamento Europeo, también controlarán el efectivo y prohiben los pagos únicos en metálico superiores a 10.000 euros.
Además, la Comisión Europea, presidida por Ursula von der Leyen en Bruselas, creará una nueva lista negra con jurisdicciones que suponen un riesgo por el blanqueo de capitales y no toman medidas, y una lista gris con países donde se detecten debilidades.
Aquellos países que estén en la lista negra de la Comisión Europea podrán ser sujetos a medidas atenuantes por parte de la Unión Europea.