
El Consejo de Ministros aprobó la semana pasada un Informe del Anteproyecto de Ley de fomento del ecosistema de las empresas emergentes, la conocida como ley de startups. Los empresarios enfocados a sectores emergentes mediante el mentoring o mentorazgo se podrán beneficiar de una legislación específica para un entorno concreto: las startups.
El mentoring, una metodología orientada a desarrollar el potencial de las personas, basada en la transferencia de conocimientos y en el aprendizaje a través de la experiencia, se podrá beneficiar de una futura ley que apunta al impulso de la atracción y captación de talento como una de sus bases. El I+D+i y la innovación ganan terreno en los planes a futuro del Gobierno. Además, el Gobierno pretende facilitar la burocracia en la creación de las empresas emergentes.
Empresas de nueva creación o emergentes y en España
La nueva ley de startups tiene como objetivo a todas las empresas o emprendedores de nueva creación y grupos de empresas "emergentes", con sede social o establecimiento permanente en España, que no hayan distribuido dividendos, no cotizadas y de carácter innovador. Además, se recogen los criterios indicativos de dicho carácter innovador, englobando los conceptos hasta ahora existentes en diferentes normas de "empresas de base tecnológica", "pymes innovadoras" o "jóvenes empresas innovadoras".
Captación y atracción de talento
La ley de startups busca frenar la famosa fuga de cerebros. Este anteproyecto busca estimular la inversión y la atracción de talento, pero también busca conservar el talento formado en nuestro país. Además, pretende favorecer la colaboración entre pymes, grandes compañías y empresas emergentes, impulsar la I+D+i, también en la Administración mediante compra pública innovadora, y fomentar la colaboración de las empresas emergentes y los emprendedores con las Universidades y centros de investigación.
15% en sociedades y eliminación de trabas burocráticas
Uno de los estímulos para facilitar el funcionamiento empresarial de las nuevas iniciativas emprendidas por autónomos y empresarios se centra en la fiscalidad. Tal y como recoge esta nueva ley de empresas emergentes, los emprendedores podrán optar a un tipo del Impuesto de Sociedades reducido en diez puntos, pasando del 25% al 15% en startups hasta en un máximo de cuatro años. Este plazo en el que las startups gozaría de un impuesto de sociedades reducido al 15% comenzaría en el primer período impositivo en el que la base imponible sea positiva y en los tres siguientes siempre que mantenga la calificación de empresa emergente. Además, se incluye la posibilidad de que las startups soliciten el aplazamiento de la deuda tributaria del impuesto de sociedades o del impuesto sobre la renta de no residentes en el primer ejercicio en el que base imponible sea positiva y en el siguiente, con dispensa de garantías y sin devengo de intereses de demora, por un periodo de 12 y 6 meses respectivamente. Además, con el objetivo de eliminar trabas en la creación de startups, elimina la obligación de efectuar pagos fraccionados del impuesto de sociedades y del impuesto sobre la renta de no residentes en los 2 años posteriores a aquel en el que la base imponible sea positiva.
Visado especial para los 'nómadas digitales'
Para adaptar un ecosistema empresarial y favorecer la captación de trabajadores en sectores y empresas emergentes es necesario dotar de la agilidad y la flexibilidad necesaria a un ámbito laboral especial. Uno de los puntos implicados en esta nueva ley es un visado específico con el fin de favorecer la instalación en España de los llamados 'nómadas digitales'. Este tipo de visado está dirigido a aquellas personas que trabajan en España para una empresa extranjera, incluyendo en el ámbito audiovisual.
'Sandbox' para las startup: regulación y entorno especial
Tomando como referencia el sandbox del sector financiero, la nueva ley de startups propone crear una regulación general y básica sobre los entornos de prueba regulados. Con esta herramienta pretenden promover la creación de entornos controlados, por períodos limitados de tiempo, para evaluar la utilidad, viabilidad y el impacto de innovaciones tecnológicas en los diferentes sectores de actividad productiva de las empresas emergentes en España.
Un impulso a la inversión emergente
La nueva ley sobre empresas emergentes tiene entre sus grandes objetivos el impulso a la inversión en el ecosistema emprendedor de España. Por ello, se eleva la base máxima de deducción por inversión en empresas de nueva o reciente creación (de 60.000 a 100.000 euros anuales), el tipo de deducción (que pasa del 30 al 40%), así como el periodo en el que se considera de reciente creación que sube de 3 a 5 años, con carácter general, o a 7 para empresas de ciertos sectores.
Facilidades también... si la 'startup' acaba mal
Al igual que se agiliza la burocracia al crear una startup, la futura ley de empresas emergentes recoge todos los escenarios posibles. Para facilitar el cese de actividad de este tipo de empresas, teniendo en cuenta que el fracaso de una empresa emergente debe aceptarse como un hecho normal y factible, se agilizan los trámites para el cese de actividad, que se cumplimentarán por vía electrónica.
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