
Cataluña se erige como el auténtico "infierno fiscal" de las herencias y las donaciones al triplicar la recaudación en una década y rozar unos ingresos anuales de 1.000 millones de euros.
La Comunidad recaudó en 2023, último año del que hay datos, un total de 952 millones de euros, una cifra un 220% superior a los 298 millones que ingresó diez años antes, en 2013, o un 70% superior a los 562 millones recogidos un lustro antes, en 2019. Tan solo la región catalana aúna el 31% de los ingresos totales que obtienen las CCAA por este impuesto, que en 2023 alcanzó los 3.072 millones de euros.
La región es una de las cuatro comunidades (las otras son Castilla-La Mancha, Asturias y Navarra) que no aplica exenciones de entre el 99% y el 100% entre las herencias y donaciones de familiares directos, como entre cónyuges o de padres a hijos, y tiene tipos más altos.
En la actualidad, el tipo mínimo de este impuesto se sitúa en el 7,5% a partir de herencias o donaciones a partir de los 7.993 euros y hasta el 34% desde los 797.555 euros en adelante. Sin embargo, cada CCAA tiene facultad para crear reducciones y aprobar deducciones y bonificaciones de la cuota.
Muy por detrás en recaudación queda Madrid, con 519 millones de euros, cifra un 22% superior a la de una década antes, pero un 21% inferior a los ingresos de 2022, puesto que el Gobierno madrileño ha incrementado las bonificaciones de herencias y donaciones entre los familiares más cercanos.
De hecho, desde 2017 solo grava el 1% de la herencia si es entre cónyuges o para los hijos y también bonifica al 25% las herencias para hermanos, tíos y sobrinos. De cara a 2025, el Ejecutivo madrileño ha incrementado esta ventaja al 50%.
La recaudación de Valencia por este tributo que grava las herencias y las donaciones también ha sufrido un incremento relevante en la década, del doble, al pasar de ingresar 143 millones en 2013 a 333 millones de euros en 2023, según l datos del Ministerio de Hacienda.
Mientras que los ingresos recaudados por Andalucía han mermado un 35% en diez años, pero muy especialmente desde que en 2019 llegara al PP al Gobierno regional. La entrada de Juan Manuel Moreno Bonilla flexibilizó la tributación al aprobar una exención del 100% de la cuantía a pagar en las herencias a cónyuges, hijos, padres y nietos, siempre que el valor del legado no supere el millón y, si lo supera, la bonificación pasa a ser del 99%.
Familiares más cercanos
La tendencia de las CCAA es facilitar las herencias y las donaciones entre los familiares más cercanos. Según destaca el Registro de Economistas Asesores Fiscales (Reaf) del Consejo General de Economistas de España, en su informe sobre el Panorama de la fiscalidad autonómica y foral 2025, en las sucesiones del grupo I y II (hijos menores de 21 años y cónyuges, padres o hijos mayores de 21 años, respectivamente) la inclinación pasa por cobrar importes simbólicos o por poner determinados límites a partir de los que pagar.
Concretamente, Andalucía, Islas Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla y León, Extremadura, Galicia, Madrid, Murcia, La Rioja y la Comunidad Valenciana prácticamente liberan de tributación a estos grupos. Sin embargo, para el grupo I, Asturias y Castilla-La Mancha empiezan a cobrar a partir de los 300.000 euros del valor de la herencia y Cataluña aplica bonificaciones de entre el 20% y el 99% según la base imponible.
Para el grupo II, Aragón empieza a gravar las herencias a partir de los 500.000 euros de valor; Asturias y Castilla-La Mancha a partir de los 300.000 euros; Galicia aplica tipos del 5% al 18%; y Cataluña aplica distintas bonificaciones bonificaciones según la base imponible.
Para los familiares más lejanos, solo Asturias, Baleares, Cantabria, Madrid y Galicia ofrecen bonificaciones, aunque Canarias es la única región que la sitúa en hasta el 99% de la cuota.
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