
Las diputaciones forales de Vizcaya, Guipúzcoa y Álava han aprobado en sus consejos de gobierno el proyecto de norma foral del Impuesto Temporal de Solidaridad de las Grandes Fortunas, que inicia ahora su tramitación parlamentaria en las Juntas Generales de cada provincia. Así, este tributo será incorporado al sistema tributario vasco este ejercicio 2023.
Las haciendas forales de Vizcaya, Guipúzcoa y Álava gravarán las grandes fortunas a partir de los 3,2 millones de euros de patrimonio neto. Así lo han avanzado en los anteproyectos elaborados y presentados de manera conjunta del nuevo Impuesto Temporal de Solidaridad de las Grandes Fortunas (ITSGF).
Este plan coordinado de las tres provincias vascas establece unos tipos más suaves que los de la Hacienda estatal, ya que el Impuesto sobre las Grandes Fortunas se creó para compensar la eliminación del impuesto sobre el Patrimonio en varias comunidades autónomas.
Pero en Euskadi si se aplica Patrimonio y, por ello, para evitar una doble imposición sobre los mismos bienes el nuevo impuesto será complementario allí donde sí se aplica el Patrimonio.
Aprobado por el Gobierno central
Este nuevo impuesto a las grandes fortunas fue aprobado por el Gobierno Central y las haciendas vascas están obligadas a implantarlo. La fecha límite es el 31 de diciembre, ya que se espera aplicar este mismo 2023.
Como es un impuesto complementario, los contribuyentes aplicarán a la cuota íntegra del Impuesto Temporal de Solidaridad de las Grandes Fortunas una deducción por el mismo importe de la cuota a ingresar en su impuesto sobre el Patrimonio. Así, se estima que en Álava solo cinco contribuyentes pagarán este impuesto, Guipúzcoa prevé que afecte a nueve contribuyentes y Vizcaya, a 51 contribuyentes.
En la Hacienda estatal hay 12.010 contribuyentes afectados, de los que más de 10.000 están en Madrid, 865 en Andalucía y 322 en Cataluña. La mayor parte de los contribuyentes del Impuesto de Solidaridad de Grandes Fortunas residen en comunidades que han renunciado a recaudar Patrimonio.