
El Tribunal Supremo ha aplazado el fallo sobre si se pueden anular o no las tarjetas revolving por falta de transparencia en su comercialización, ante el desacuerdo entre los magistrados.
La sentencia, que tendría que haberse fallado el pasado jueves, puede abrir una oleada de litigios si determina que puede haber falta de transparencia en su colocación a los consumidores si no se les explicó bien un producto de por sí complejo.
De momento, el grueso de las demandas sobre estas tarjetas se han dirigido a determinar si hay o no usura por los altos tipos de interés que aplican, cuya TAE llega a rozar el 30%. El Supremo fijó en febrero que hay usura si el tipo supera en seis puntos el tipo medio al que se comercializan las tarjetas y que publica el Banco de España cada mes. Ahora, determinará si se pueden anular los contratos por falta de transparencia y que se devuelva al consumidor lo pagado de más. La sentencia se espera para los próximos días.