
Más de un tercio de la inversión sostenible todavía tiene a los llamados filtros de exclusión como una de sus estrategias prioritarias. Este tamiz deja fuera de las carteras a aquellos valores que no cumplen con los criterios ambientales, sociales y de buen gobierno (ESG). Consulte más artículos sobre carteras sostenibles en elEconomista Inversión sostenible y ESG.
La última Encuesta sobre el Clima de Robeco, presentada esta semana, confirma que el 35% de los inversores considera el "filtrado negativo" como una prioridad a la hora de aproximarse a la inversión responsable. Ese 35% solo lo supera el 39% que acaparan las estrategias centradas en el cambio climático. Otro enfoque también considerado esencial por un 35% de inversores es la integración ESG, que consiste en completar el análisis financiero tradicional con los riesgos derivados de las variables ambientales, sociales y de gobierno corporativo. Este sondeo abarca a los 300 de los mayores institucionales y mayoristas de Europa, América del Norte y Asia-Pacífico, con 23,7 billones en activos.
Con el telón de fondo de la guerra en Ucrania, que se prolonga ya durante un mes, es posible, si el inversor lo desea, posicionarse en fondos que, de forma explícita, evitan las empresas ligadas al armamento (en lugar de invertir, por ejemplo, de forma pasiva en grandes índices de referencia, que sí pueden estar contribuyendo a financiar a este tipo de compañías).
Si nos fijamos en la información que ofrece Morningstar, estos filtros permiten dejar fuera tanto las denominadas "armas controvertidas" (aquellas que pueden herir de manera indiscriminada o desproporcionada, como bombas de racimo o minas antipersona) como a la contratación militar, e incluso a las "armas pequeñas" o ligeras. Según los datos de este proveedor, en España están disponibles para su venta más de 300 productos en euros que excluyen todos esos sectores.
El mejor posicionado, si nos fijamos en su rentabilidad anualizada a 3 años (muchos de estos productos no tienen una larga historia) es el ERSTE WWF Stock Environment EUR R01 VT. No se ha comportado especialmente bien en 2021 ni 2022; de hecho, este año se deja un 5,7%, con datos de Morningstar a 21 de marzo. Pero, gracias a una impresionante revalorización del 77% en 2020 y del 49% en 2019, sigue saliendo bien en la fotografía, si tomamos rentabilidades anualizadas en el trienio, o en el lustro (21%).
El RobecoSAM Smart Energy Eqs M2 EUR cae un 10% en 2022, pero su retorno anualizado en el trienio supera el 25% (y si abrimos la horquilla a 5 años, supera el 17%). Se centra en la descarbonización y las energías limpias. En cartera, EEUU pesa un 40%, y la Eurozona cerca de un 20%. Entre sus principales posiciones encontramos a la americana Johnson Controls, que ofrece productos y servicios para optimizar la eficiencia energética en edificios, así como a la firma de alta ingeniería Albemarle.
Entre los mejores encontramos también a un hermano de este fondo, el RobecoSAM Smart Mobility Equities D EUR, enfocado a descarbonizar el transporte global. Entre las compañías que más pesan en cartera está el proveedor de semiconductores ON Semiconductor, o la ya citada Albemarle.
Un rendimiento anualizado superior al 25% a 3 años ha obtenido el DWS Invest CROCI Sectors Plus NC, que es además el más alcista, dentro de esta selección de fondos, en el presente año: sube casi un 10% en 2022. Morningstar lo recoge como artículo 8 dentro del Reglamento europeo de Divulgación que entró en vigor hace poco más de un año, lo que implica que es un fondo que promueve características de sostenibilidad.
Con rendimientos anualizados en el trienio superiores al 20%, y que excluyan específicamente cualquier vinculación con cualquier tipo de armamento, encontramos también al GAM Star Disruptive Gr EUR Acc; al DWS US Growth; al ERSTE Responsible Stock America VT EUR y al DWS Invest ESG Climate Tech NC. Todos ellos se sitúan en negativo en 2022.