
El Banco Nacional de Suiza (BNS) fue el primer banco en cruzar el rubicón a finales de 2014 adoptando tipos de interés negativos. Cuatro años después es la entidad monetaria con las tasas más bajas del mundo en el -0,75%. El actual rally del franco suizo por las tensiones comerciales está poniendo contra las cuerdas al banco central para ir más allá. El mercado comienza a descontar una nueva bajada de los tipos de interés para 2020 hasta el -1% y los futuros llevan a los intereses al-0,82%. Hoy la entidad ha anunciado que mantiene intacta su política de tipos ultra laxa y se ha mantenido firme en su compromiso para luchar contra la fortaleza de su moneda.
Las tensiones provocadas por la guerra comercial están poniendo a prueba a los bancos centrales de todo el mundo. Primero ha sido la Fed en hablar abiertamente de recortar tipos de interés. Algo que no rompe ninguna lógica teniendo en cuenta que tiene margen de maniobra con unos tipos en el rango entre 2,25-2,50%. Posteriormente, fue el BCE quien admitió que una de sus opciones pasa por llevar las tasas oficiales del dinero a terreno negativo por primera vez en su historia. No sería el primer banco central en hacerlo. Esa frontera ya ha sido rebasada desde hace años por el Banco de Japón, Riskbank y el Banco Nacional de Suiza, siendo este último el que ha ido más lejos en su política monetario.
Pese a ser uno de los países más estable del mundo y salir casi indemne de la última crisis económica, la seguridad de su moneda jugó en su contra. Mientras el resto de Europa se hundía en una segunda recesión, la economía suiza crecía con moderación y los inversores buscaban al franco suizo como una salvación. Al BNS no le quedó más remedio que a finales de 2014 bajar los tipos de interés al -0,5% para intentar controlar su moneda.
Un mes después volvió bajar los tipos de interés al actual -0,75% y la historia amenaza a volver repetirse de cara al futuro a corto plazo. El corrimiento de tierra que está provocando el miedo a una recesión global por el impacto de la guerra comercial está hundiendo las rentabilidades de la deuda. La alemana y la suiza, las más seguras del mundo, han vuelto a territorio negativo. Una huida del dinero que también se está refugiando en el franco suizo. En el último mes se ha disparado un 2% frente al dólar, tocando máximos del año.
En otro tiempo, al BNS no tendría que recurrir a los tipos de interés para controlar su divisa para que no termine afectando a su economía arriesgándose a una deflación. Hubiera bastado con aumentar sus reservas de divisas. Pero el banco central desde la crisis financiera ha pasado de tener el 15% de su PIB en francos suizos al 120%. "Si hay recesión significa que el BNS tendrá que aceptar más la presión su moneda", destacan los expertos de JP Morgan que recuerdan que en el último conato de crisis con Italia no intervino en ningún momento su moneda.
Ante esta perspectiva el mercado anticipa que el BNS vuelva recortar tipos en 2020. Los futuros para marzo de 2020 ahora tienen una probabilidad de casi 50% de una reducción de 25 puntos base en la tasa de depósito del BNS.
La política ultra laxa del banco ha sido defendida por su presidente, Thomas Jordan, que se negó a subir tipos pese a que en 2018 el franco suizo bajó con fuerza y la economía creció a un ritmo del 2,5%. Como casi todos los bancos centrales del mundo no encuentran solidez en los precios para impulsar los tipos de interés.
El BNS se reúne este jueves con la presión añadida de la fortaleza del franco, respecto al resto de bancos centrales. El Banco Central de Corea del Sur también ha anunciado próximos recortes si la guerra comercial desemboca en un parón de la economía global.
Tras la reunión mantenida esta mañana, la entidad ha mantenido los tipos de interés en el -0,75%. El BNS anunció una referencia de intereses, SARON, para sustituir al Libor, motivado por el escándalo de manipulación de los últimos años y que servirán de nueva referencia para créditos e hipotecas. El banco central ha afirmado que las tasa de interés se mantendrá siendo "necesario en el contexto del precio actual y la evolución económica". Ha reiterado su opinión de que el franco suizo está "altamente valorado".
"Creemos que el franco seguirá subiendo en 2020, lo que causará dolor de cabeza al BNS", ha señalado David Oxley, de Capital Economics a Reuters. "Prevemos que subirá a 1,08 francos suizos a finales de 2019 y que el año que viene subirá aún más gracias a la mayor demanda de activos de refugio y a una política más flexible del BCE.
"Esperamos que esto provoque una respuesta de la BNS, comenzando con su intervención en el mercado de divisas. Pero si la presión sobre el franco continúa aumentando, como esperamos, esperamos que acabe reduciendo aún más los tipos de interés en territorio negativo".