Theresa May puede respirar tranquila. Sus planes están saliendo como ella había previsto: los próximos comicios en Reino Unido validarán según todos los pronósticos su gestión, el apoyo que la conservadora buscaba con su convocatoria. Y es que el Partido Conservador británico mantiene un cómoda margen de cara a las elecciones parlamentarias del 8 de junio, para las que goza de una ventaja de 21 puntos sobre su principal rival, el Partido Laborista.
El sondeo de la firma ICM, elaborado a partir de 2.024 entrevistas y divulgado por The Guardian, sitúa la intención de voto para los 'tories' en el 48%, lo que refleja una subida de dos puntos en una semana. Los laboristas también recuperan otros dos puntos, aunque en su caso para situarse en el 27%.
El Partido Liberal Demócrata figura en tercera posición, con un 10% de posibles sufragios, mientras que el Partido de la Independencia de Reino Unido (UKIP) queda relegado al 7%. Ambas formaciones descienden un punto en intención de voto.
El Parlamento británico aprobó la semana pasada la convocatoria de elecciones anticipadas el 8 de junio casi por sorpresa. Tras negar hasta tres veces la posibilidad de unas elecciones anticipadas, la primera ministra británica, Theresa May, anunciaba el pasado día 18 que iba a solicitar al Parlamento la convocatoria para el 8 de junio. May explicaba entonces que el país necesita estabilidad y culpaba a la oposición de obstaculizar los trabajos previos de negociación para el Brexit.
De esta manera, la premier busca reforzar su liderazgo de cara a las intensas negociaciones con Bruselas. "Tenemos un plan para el Brexit para que Reino Unido recupere el control de las leyes y sus fronteras, pero hay partidos que se oponen a él. Debe haber unidad en Westminster", detallaba la primera ministra en una comparecencia sorpresa en Downing Street. "He llegado a la conclusión de que la única manera de garantizar estabilidad y seguridad para los próximos años es convocar esta elección anticipada", sentenciaba.