El presidente de EEUU, Joe Biden, ya ha puesto un objetivo de creación de empleo para su proyecto de infraestructuras valorado en 2,25 billones de dólares que presentó la semana pasada: 19 millones de puestos de trabajo durante la próxima década, una cifra que aceleraría la recuperación tras la pandemia. "Un análisis independiente", realizado por la agencia Moody's, "muestra que si aprobamos este plan, la economía creará 19 millones de puestos de trabajo", aseguró Biden en declaraciones en la Casa Blanca el viernes. Y los que más se beneficiarían serían los sectores manuales, como la construcción o los instaladores eléctricos.
Estas declaraciones suponen la primera estimación del efecto del llamado "Plan de empleo estadounidense", con el que pretende "actualizar la infraestructura física y tecnológica del país" y abordar las desigualdades económicas de la nación. Aun así, la estimación hay que tomarla con pinzas, ya que el estudio de Moody's asume que el crecimiento natural y el plan de estímulo de 1,9 billones ya aprobado crearían por sí solos 16 millones de empleos durante esta década. es decir, que el proyecto de Biden sería responsable de unos 2,7 millones de los puestos de trabajo que se esperan. Una cifra notable, pero menos impactante.
El análisis de Moody's apunta también a que el proyecto "reduciría marginalmente el crecimiento" en 2022, ya que la subida de impuestos a las grandes empresas entraría en vigor antes que las inversiones en proyectos de construcción. Aún así, la economía registraría un claro impulso al crecimiento y al empleo a partir de 2023, y el primer mandato de Biden se zanjaría con la creación de entre 11.4 y 13.5 millones de empleos, dependiendo de si logra sacar adelante este paquete.
Según los datos del Gobierno de EEUU, el país perdió más de 8 millones de empleos en 2020, y su tasa de desempleo ronda el 6%, con un 6,2% a cierre de febrero, el dato oficial más reciente. Aun así, la rápida distribución de las vacunas y la creciente reapertura total de la economía está acelerando la creación de trabajo, y se espera que los datos de marzo sean los mejores en nuevos puestos laborales de los últimos siete meses.
Si todo sale bien, el programa de Biden permitiría que el nivel de crecimiento del trabajo vuelva a las tasas anteriores al covid, según otro estudio, en este caso de la Universidad de Georgetown. El proyecto "crearía o salvaría 15 millones de empleos en 10 años y aumentaría la proporción de empleos de infraestructura del 11% al 14% del total nacional, reviviendo temporalmente la economía manual". Aproximadamente el 75% de los puestos de trabajo creados irían a trabajadores sin título universitario, uno de los grupos más grandes del país y que más ha sufrido el estancamiento de sus condiciones de vida en la última década.
Sectores más beneficiados
Según el informe de la Universidad de Georgetown, los sectores más beneficiados de la recuperación y el paquete de inversiones serían los de transporte y movimiento de material, con 8,9 millones de trabajos; el de construcción y extracción de materiales, con 1,6 millones; el de gestión administrativa y de oficina, con 1,2 millones, el de instalación y mantenimiento de redes, con un millón, y el de arquitectura e ingeniería, con 950.000 nuevos empleados.
En concreto, hay algunos trabajos que verían aumentar su demanda de forma proporcional. El proyecto de Biden llenaría de empleo a los tiradores de redes de telecomunicaciones, que tendrían que instalar cable de alta velocidad y fibra óptica a 21,3 millones de personas. Un efecto similar se vería en los instaladores de cableado eléctrico y de redes de viviendas, gracias al gasto de Biden para rediseñar y reforzar el sistema eléctrico nacional tras los apagones de Texas.
Dentro de las medidas ante el cambio climático, también harán falta miles de trabajadores para construir puntos de carga de coches eléctricos, y para trabajar en las centrales eléctricas impulsadas por hidrógeno y las plantas de fabricación de baterías, dos sectores industriales que el actual presidente quiere que EEUU domine. Y las propuestas para poner al día viviendas antiguas de forma que gasten menos electricidad también animarán el empleo en el sector de la construcción. En total, cerca del 90% de los trabajos de infraestructura se crearían en sectores dominados por hombres sin cualificación universitaria, precisamente el famoso "obrero blanco" al que Trump apeló durante su mandato y al que Biden quiere conquistar con empleos.