Internacional

Cómo identificar a un supercontagiador de Covid-19: la ciencia establece tres factores de riesgo

  • Un trabajo de la Universidad de Tulane, la de Harvard y el MIT
  • Se realizó en el Hospital General de Massachusetts de Boston
  • La edad y la obesidad, dos antecedentes que aumentan la propensión
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Utilizando los datos de un estudio de observación de 194 personas sanas y de un estudio experimental de primates no humanos con COVID-19, los investigadores de la Universidad de Tulane, la Universidad de Harvard, el MIT y el Hospital General de Massachusetts (Estados Unidos) han establecido la radiografía del supercontagiador.

Los tres factores que aumentan la posibilidad de ser un supercontagiador de Covid-19

Los investigadores de las organizaciones estadounidenses  descubrieron en el estudio que las partículas de aerosol exhaladas varían mucho entre los sujetos. Así, el trabajo,  publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, pone sobre la mesa los tres antecedentes personales que aumentan la probabilidad de ser un supercontagiador. 

1. La edad

2. La obesidad

3. Un grado creciente de infección en Covid-19

Esta reciente investigación científica ha evidenciado que la obesidad, la edad y la infección por Covid-19 se correlacionan con la propensión a exhalar más gotitas respiratorias, que son los principales propagadores del SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19.

En concreto, os investigadores descubrieron que el 18% de los sujetos humanos representaban el 80% o de las partículas exhaladas del grupo, lo que refleja una distribución de las partículas de aerosol exhaladas que sigue la regla 20/80 observada en otras epidemias de enfermedades infecciosas, lo que significa que el 20% de los individuos infectados son responsables del 80 por ciento de las transmisiones.

El temor de los aerosoles de los supercontagiadores, la principal vía de transmisión

Otra de las claves que apunta este estudio es la importancia de los aerosoles en la transmisión del virus. Porque a medida que la infección con COVID-19 progresaba, las partículas virales se hacían más pequeñas, alcanzando el tamaño de una sola micra en el punto álgido de la infección. Las partículas más pequeñas son más propensas a ser expulsadas cuando las personas respiran, hablan o tosen. También pueden permanecer a flote mucho más tiempo, viajar más lejos en el aire y penetrar más profundamente en los pulmones cuando se inhalan.

"Hemos observado un aumento similar de las gotitas durante la etapa de infección aguda con otras enfermedades infecciosas como la tuberculosis. Parece probable que las infecciones virales y bacterianas de las vías respiratorias puedan debilitar la mucosa de las mismas, lo que favorece el movimiento de las partículas infecciosas en este entorno", comenta Chad Roy, autor correspondiente y director de Aerobiología de Enfermedades Infecciosas en el Centro Nacional de Investigación de Primates de Tulane.

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