Internacional

Reino Unido admite que rechazó la oferta de hacer un pedido conjunto de EPIs con la UE por el Brexit y deja en el aire una prórroga

  • El Gobierno había alegado errores en la comunicación
  • Johnson decidirá si pedir una prórroga cuando regrese
Un ciudadano corre ante el Parlamento británico. Foto: Reuters

El Parlamento británico ha vuelto a ponerse en marcha tras semanas de parón. Con apenas una veintena de diputados en la Cámara de los Comunes, y a la espera de tramitar leyes para permitir el voto telemático y las sesiones por videoconferencia, el subsecretario de Exteriores, Simon McDonald, lanzó dos bombas en Westminster. En apenas unos minutos, reconoció que el Gobierno había rechazado la oferta de la UE de sumarse a un pedido conjunto de EPIs (equipos de protección individual contra el virus) simplemente por motivos ideológicos, y dejó caer que el primer ministro, Boris Johnson, se replanteará si pedir una prórroga del Brexit cuando complete su recuperación tras el Covid-19.

McDonald comparecía este martes ante el Parlamento para explicar por qué el Gobierno rechazó tres veces las ofertas de Bruselas de participar en una compra conjunta de EPIs -que escasean en Reino Unido tanto como en el resto de la UE- por valor de 1.500 millones de euros. Hasta ahora, la única explicación era la del ministro del Gabinete, Michael Gove, que alegó que los correos se habían perdido y no llegaron a tiempo de sumarse.

Pero McDonald, funcionario de carrera, explicó que en realidad la decisión de no cooperar con la UE tras el Brexit, ni siquiera para obtener equipamiento médico de primera necesidad, había venido del Ejecutivo. "Fue una decisión política. La misión en Bruselas explicó a los ministros lo que estaba disponible, y ya conocen la decisión que tomaron". La semana pasada, Downing Street insistió en que "no habían perdido nada" por no participar y que, de haberlo hecho, "no habríamos conseguido nada que no pudiéramos conseguir por nuestra cuenta".

La compra de material fue organizada por la Comisión Europea el 15 de marzo, y se espera que las primeras partidas de material -guantes, mascarillas, batas médicas- empiecen a llegar al continente en envíos sucesivos desde la próxima semana y a lo largo de los próximos cuatro meses. Los respiradores tardarán más, "de 10 a 52 semanas", según el Ejecutivo comunitario.

En Reino Unido, una encuesta del Real Colegio de Cirujanos la semana pasada mostró que un tercio de los trabajadores sanitarios no tenían las EPIs suficientes para trabajar, y hasta un 70% había sufrido escasez en sus hospitales. El número de médicos y sanitarios muertos por la epidemia ya supera el centenar en el país. Según el abogado inglés David Allen Green, la decisión del Gobierno de rechazar la oferta de ayuda de la UE podría ser clasificada como un delito de prevaricación.

Poco después, el ministro de Sanidad, Matt Hancock, salió al paso y corrigió al subsecretario y a Downing Street, anunciando que el país sí se había unido finalmente al plan por decisión personal suya, aunque no había participado en ninguna de las compras conjuntas realizadas hasta el momento. "De todas formas, por lo que sé, aún no ha llegado un solo EPI", dijo.

La prórroga al Brexit, en el aire

El otro tema que ocupa a Downing Street es la posible prórroga del Brexit, programado para el 31 de diciembre de este año. Para esa fecha, Reino Unido y la UE deben tener cerrado un acuerdo comercial que aún está en una fase embrionaria, con todas las negociaciones interrumpidas por la crisis del virus SARS-2. McDonald anunció hoy en su comparecencia que Johnson estudiará si pedir una prórroga "cuando vuelva a estar en el trabajo", una vez concluya la fase de recuperación tras su paso por la UCI, víctima del virus.

En las últimas semanas ha aumentado la presión para que Reino Unido acepte una nueva prórroga por motivos de fuerza mayor. El Gobierno de Escocia pidió ayer a Johnson que reconsiderara los plazos por la epidemia, y las voces desde el ala 'brexitera' se acercan cada vez más a la aceptación, que debe hacerse antes de junio, fecha límite para pedir más tiempo a Bruselas.

Pero el Gobierno todavía se ha negado a aceptar esa posibilidad. El negociador jefe británico, David Frost, respondió la semana pasada que "nunca" se plantearían un aplazamiento. Pero nadie olvida que Johnson prometió que nunca aceptaría el acuerdo de salida que proponía la UE y que no convocaría elecciones anticipadas, hasta que hizo ambas cosas.

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