Internacional

Guaidó llega a España levantando un huracán político tras el desplante de Sánchez

  • Ábalos se contradice sobre su encuentro en Barajas con la 'número dos' de Maduro
  • Pedro Sánchez respalda a Ábalos: "Evitó una crisis diplomática"
Juan Guaidó, presidente encargado de Venezuela. Imagen: Reuters.

El presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, ha llegado a España este sábado en medio de un debate nacional, con encontronazo entre líderes socialistas como Felipe González, de un lado, y José Luis Rodríguez Zapatero y Pedro Sánchez de otro, a propósito del reconocimiento del líder venezolano.

Guaidó, que recibirá la llave de oro de la ciudad de Madrid, de manos del alcalde, José Luis Martínez Almeida –en compañía de autoridades como la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, los principales dirigentes de PP y de Ciudadanos–, solo se verá con la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, como única representante del Gobierno.

González Laya recibirá esta tarde en Madrid a Juan Guaidó, y esta mañana ha expuesto que la posición del Gobierno español en relación al mismo ya la ha transmitido en las últimas horas, por lo que no ha cambiado. "La he dicho, la he repetido y la he escrito en Twitter, o sea que no ha cambiado nada en la última noche, sigue siendo la misma que ayer. Es muy claro el reconocimiento que España hace de Juan Guaidó como presidente de la Asamblea Nacional Venezolana y como presidente encargado de Venezuela. A partir de ahí, clara y transparente, la posición de España que no ha variado un ápice", apostilló.

Sánchez, sobre Ábalos: "Puso todos los esfuerzos para evitar una crisis diplomática y logró evitarla"

En relación a los actos que se desarrollarán en España con motivo de la visita de Juan Guaidó, ha afirmado como ministra de Asuntos Exteriores "no tiene absolutamente nada que hacer" y añadió que como responsable de dicha cartera lo que le "importa" tanto en cuestiones relacionadas con Venezuela como con el Brexit o la delimitación de las zonas marítimas con Marruecos y en general, "es que haya una posición de Estado" porque es lo que le permitirá "tener una fuerza para hablar con determinación y con un poquito de impacto" en las relaciones internacionales.

Por ello, aseguró que buscará en que en "todo esto haya política de Estado", agregando que este será su mensaje cuando comparezca ante el Congreso y el Senado, como ha pedido, "para explicar todo lo que haya que explicar sobre todos y cada uno de los asuntos de la política externa española de interés".

El lío de Ábalos: Sánchez sale en su defensa

Después de optar el jueves por el "ni confirmo ni desmiento", el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, reconoció ayer que el pasado lunes se vio con Delcy Rodríguez, vicepresidenta del Régimen de Maduro en Venezuela, un encuentro en el que no hubo ningún "contacto formal".

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha mostrado este sábado su respaldo a su ministro de Transportes, y ha explicado que la reunión se produjo "para evitar una crisis diplomática". En concreto, Sánchez ha mostrado todo su "respaldo y aprecio" a Ábalos tanto a nivel político como personal. "Puso todos los esfuerzos para evitar una crisis diplomática y logró evitarla", recalcó Sánchez.

Sobre este tema, la ministra de Exteriores ha calificado de "fortuito" el encuentro que el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, mantuvo con la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, en el aeropuerto de Barajas, y ha restado importancia a lo que ha definido como "polémicas estériles".

Además ha señalado que no le consta que Estados Unidos haya presentado alguna protesta sobre el encuentro. "No me consta que haya habido una queja estadounidense porque no me consta que haya habido más que un encuentro fortuito como ya ha explicado el propio Ábalos. Más allá de eso...", apuntilló en declaraciones a los periodistas al ser cuestionada por este tema durante su visita a Las Palmas de Gran Canaria.

Para González Laya la contribución que España tiene que hacer en el tema de Venezuela pasa, dijo, por "contribuir a que se celebre unas elecciones libres, transparentes y democráticas donde el pueblo venezolano pueda elegir cómo quiere gobernarse para el futuro".

El papel de Zapatero

Ha sido Zapatero, que ejerció de mediador entre el régimen y la oposición, quien ha abierto la espita esta vez con una entrevista en la Cadena Ser, en la que se ha mostrado convencido de que el "enfoque" sobre Venezuela "antes o después tendrá que cambiar en muchas actitudes políticas y cabezas" porque es un "error" promover sanciones económicas que hacen sufrir a un pueblo "y no llamar al acuerdo, al entendimiento entre dos sectores de la sociedad".

"El principio de la legalidad internacional, la salida pacífica de los conflictos debe tener más vigencia que nunca después de lo vivido en Oriente Próximo e Irak", ha sostenido, tras recordar que él "algo" sabe de Venezuela, adonde ha viajado en 38 ocasiones.

El mediador de Maduro

Desde 2016, Zapatero ejerció una labor como mediación que se concretó en la liberación de algunos presos políticos, pero que terminó fracasando en 2018, porque la mayoría de la oposición percibía al español como una figura demasiado escorada hacia el régimen de Maduro.

El expresidente no se ha pronunciado sobre el polémico encuentro entre el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, con la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, durante una escala técnica en Madrid, porque tampoco se le ha preguntado por ello, pero sí ha cuestionado la situación creada en la comunidad internacional desde el reconocimiento de Juan Guaidó.

En concreto, se ha referido a la decisión del Gobierno de EEUU, liderado por el presidente Donald Trump, de dar los bienes y activos del Ejecutivo de Venezuela "a unos señores que no tienen ningún título más que se reconocieron (...) miles de millones que nadie controla y están por ahí, una situación para el derecho internacional insólita para la seguridad jurídica, las empresas, los españoles que están allí".

Zapatero ha reconocido que la posición de España ha sido de "prudencia" al mantener relaciones con las dos partes, una de las cuales, el Gobierno de Maduro, guste o no, es el que retiene el "control de la autoridad".

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