La posición diplomática de España respecto a Venezuela sufrió, en las últimas horas, unos preocupantes volantazos. Siguen pendientes las explicaciones del Gobierno sobre el encuentro del ministro Ábalos con la vicepresidenta Delcy Rodríguez en Barajas, pese a que Rodríguez tiene vetado el acceso a la UE.
Pero más chocante resulta la negativa del presidente Sánchez, aplaudida por José Luis Rodríguez Zapatero, a recibir hoy a Juan Guaidó. Es una decisión incomprensible considerando que España reconoció hace un año a Guaidó como presidente encargado de Venezuela y goza de ese estatus ante la UE. El plantón de Sánchez merece los reproches de personalidades como Felipe González. Pero lo más grave es que delata una total incoherencia en la política exterior.
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