Internacional

Boris Johnson asegura que prefiere "estar muerto en una cuneta" que pedir otra prórroga del Brexit a Bruselas

  • Culpó de la dimisión de su hermano al Brexit: "Está rompiendo familias"
Boris Johnson, primer ministro británico. Foto: Reuters

El primer ministro británico, Boris Johnson, dio el pistoletazo de salida a la campaña para unas elecciones que el Parlamento todavía no ha convocado. En un discurso extraño e incoherente por momentos, con una hora de retraso, delante de una treintena de policías -una de las cuales acabó desmayándose ante las cámaras-, Johnson aseguró que preferiría "estar muerto en una cuneta" antes que ir a Bruselas a pedir una nueva prórroga para el Brexit. Eso sí, se negó a comprometerse a dimitir si tal situación acaba ocurriendo, como establece la ley anti-Brexit duro aprobada el miércoles en la Cámara Baja.

El primer ministro llegó a su gran discurso de inicio de campaña, en el que iba a publicitar la contratación de 20.000 nuevos policías, en medio de una crisis política total. El miércoles se convirtió en el primer jefe del Ejecutivo de la historia en perder las cuatro votaciones celebradas desde su nombramiento, un porcentaje de victorias del 0%. Los diputados le dejaron con la obligación de pedir una nueva extensión a Bruselas si no logra aprobar un acuerdo del Brexit antes del 19 de octubre, y bloquearon la convocatoria de elecciones que había propuesto como solución. Su respuesta fue echar a 21 parlamentarios de su partido, entre ellos grandes figuras históricas como el nieto de Winston Churchill.

División familiar

Este jueves, su hermano Jo Johnson, secretario de Estado de Universidades, Ciencia e Innovación, anunció su renuncia ante la imposibilidad de reconciliar "la lealtad familiar y el interés nacional", un dardo poco disimulado hacia Boris.

Esa marcha fue diana de los periodistas, que le preguntaron hasta tres veces por qué debería nadie confiar en él si su propio hermano no lo hacía. El primer ministro apuntó a que "el Brexit está dividiendo familias", y pidió poder "acabar con esto antes del 31 de octubre para centrarnos en los temas que de verdad preocupan a la gente". Johnson insistió en que "no quiero una elección", pero "es la única forma de que la gente decida si quiere irse o que otra persona vaya a negociar quedarse" en la UE.

Para ello, el Gobierno volvió a proponer la convocatoria adelantada de elecciones, que se votará de nuevo el lunes. El líder laborista, Jeremy Corbyn, había rechazado la oferta el miércoles "hasta que la ley anti-Brexit duro esté ratificada" por la reina, lo que probablemente ocurra a principios de la próxima semana. Pero la mayoría de los diputados opositores tienen una idea más cruel: esperar a finales de octubre para convocar los comicios, obligando a Johnson a ir a Bruselas a pedir la prórroga primero.

Pero lo más destacable del discurso fue la extraña imagen que dio el primer ministro. Confuso, trastabillándose con sus palabras, perdiendo el hilo, Johnson parecía estar sobrepasado por la situación. Una periodista del diario TheI preguntó si "estaba bien", mientras que otro del tabloide conservador The Sun juzgó que "se había estrellado" y otro del también conservador Daily Mail opinó que "parecía más [el expresidente ruso y famoso alcohólico] Boris Yeltsin que Boris Johnson". En círculos laboristas, la idea que va ganando enteros es la de dejar que "Johnson se cueza en su propio jugo" antes de ir a por unas elecciones. Este tipo de mítines no hará más que reafirmarles en sus ideas.

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