
El presidente de Sacyr, Manuel Manrique, ha realizado un llamamiento al Gobierno para que apueste por la colaboración público-privada para el desarrollo de infraestructuras en España y que implante el pago por uso en la red de carreteras de alta capacidad.
"Ante un mayor gasto público recurrente en pensiones, sanidad y servicios sociales, es necesario que las Administraciones opten por la colaboración público-privada para impulsar dichas inversiones y permitir creación de empleo de calidad, así como el crecimiento de la economía", ha asegurado Manrique durante su intervención en la junta general de accionistas de Sacyr, en la que se ha aprobado el nombramiento de Pedro Sigüenza como consejero delegado, responsabilidad que cede el actual presidente.
Manrique, que se mantiene en todo caso como primer ejecutivo del grupo de infraestructuras, ha instado a los dirigentes españoles a "seguir el ejemplo de otros países europeos como Alemania, Italia y Reino Unido", que ya están poniendo en marcha "grandes planes de nuevas infraestructuras públicas, la mayoría de ellas con fórmulas de colaboración público-privada".
Según un informe de Seopan, la asociación española del sector concesional y constructor, existen proyectos identificados de infraestructuras en España por 350.000 millones de euros hasta 2035, especialmente en transporte, energía y agua.
"Hago un llamamiento general a los Gobiernos, Central y Autonómicos, para seguir invirtiendo en infraestructuras, su conservación y mantenimiento, porque es de vital importancia para el interés público", ha abundado. A este respecto, ha incidido en que "España necesita garantizar a los ciudadanos que puedan utilizar las infraestructuras en condiciones razonables de seguridad y confort, por lo que es necesario promover concesiones de nuevas infraestructuras de transporte, así como de operación y mantenimiento de las existentes".
En esta línea, ha reclamado la necesidad de introducir "el pago por uso o métodos similares en las autovías actuales y futuras para asegurar la financiación del mantenimiento de la red viaria".
Manrique ha resaltado ante los accionistas que "a las puertas de celebrar nuestro 40 aniversario en 2026, el proyecto de Sacyr sigue más vivo que nunca, enfocado en las concesiones de infraestructuras de transporte, salud y agua, con un grupo integrado verticalmente para aprovechar toda la cadena de valor, en crecimiento constante".
No obstante, el presidente de la compañía ha apuntado también a la existencia de ciertos riesgos, como "el aumento de las tensiones geopolíticas, una inflación más alta de lo deseable y posibles eventos climáticos extremos".
En el caso concreto de España, el empresario ha señalado que "la economía española se enfrenta a desafíos estructurales", como "una mayor actividad productiva para compensar la de servicios, un aumento del gasto en defensa y la reactivación de la inversión en mantenimiento de infraestructuras ya existentes".
En su discurso, Manrique se ha comprometido a seguir avanzando en obtener la "máxima creación de valor" y "en llegar a ser el gran Sacyr, consolidando paso a paso nuestro modelo empresarial de crecimiento sólido y sostenible hacia una posición de liderazgo". En este sentido, en el primer año de desarrollo del plan estratégico 24-27 la compañía ha cumplido objetivos, con una disminución de la deuda neta con recurso hasta 0,4 veces, cuando la meta era situarlo por debajo de una vez; con 229 millones de euros distribuidos desde las concesiones, frente a los 225 millones proyectados; con cinco nuevos contratos de concesión con una inversión total de 6.000 millones, por encima de los 3-4 anuales marcados; y con 1.294 millones de flujo de caja operativo, superior en un 18% a los 1.095 millones apuntados.
El presidente de Sacyr ha remarcado que el capital comprometido superará los 1.000 millones de euros, al tiempo que la dirección de la compañía seguirá trabajando para obtener el rating grado de inversión, para lo cual, ha indicado, "ha sido muy importante" la reciente colocación de bonos por 500 millones de euros para refinanciar con anticipación los vencimientos de 2026 y 2027. Con esta operación se ha reducido el cupón del 6,3%-5,8% de los dos bonos anteriores al 4,75% del nuevo y se ha extendido el plazo a 2030.
El objetivo de Sacyr es alcanzar un 'equity' invertido en sus activos concesionales al nivel de los 4.500-5.000 millones de euros en 2033, desde los 1.600 millones en 2023 (ahora ya son casi 2.000 millones);
Los nuevos proyectos adjudicados han mejorado también en 1.000 millones de euros los dividendos futuros que Sacyr recibirá de sus concesiones, hasta la cifra de 17.000 millones, lo que significa 6,5 veces el valor de mercado de la compañía. "Este es nuestro secreto: recibir dividendos crecientes de nuestras concesiones para poder reinvertir cada vez más en nuevos proyectos, completando el círculo virtuoso con la rotación de activos", ha enfatizado Manrique.
"Esta fórmula es la que nos llevará en el año 2033 a ser la primera empresa desarrolladora de infraestructuras del mundo", ha remachado. Para entonces, la expectativa de la empresa es gestionar una inversión de más de 60.000 millones de euros y obtener una valoración de los activos concesionales de unos 10.000 millones de euros. En este punto, la valoración real actual superaría los 4.000 millones, frente a los 3.551 millones que reportó en el Día del Inversor de 2024. Esta escalada se constata en la reciente desinversión de tres autopistas en Colombia, cuyo valor acordado con Actis ha sido un 12% superior.
Precisamente, con las nuevas concesiones el grupo español ha elevado la cartera de obra a récord histórico por encima de los 10.000 millones de euros, de la que el 71% corresponde a sus proyectos concesionales. Un volumen que se verá próximamente significativamente incrementado si se materializa, como prevé la compañía, la adjudicación de la construcción del Puente de Messina, en Italia. Un proyecto que Sacyr se adjudicó junto con otros socios hace 20 años y que sido dilatado por los distintos gobiernos italianos.
Ahora, según ha desvelado Sigüenza en una rueda de prensa posterior a la junta, la previsión es que antes de finalizar junio se adjudique el proyecto, cuyo valor total alcanza los 13.500 millones de euros, de los que 10.500 millones corresponden al contrato de construcción. Sacyr tiene el 22,4% del consorcio en el que también participan la italiana Webuild y la japonesa IHI (Ishikawajima- Harima Heavy Industries). Para la constructora española, por tanto, el volumen de actividad ascendería a más de 2.350 millones de euros.
"Esta intensa actividad nos está llevando en 2025 a un récord de aportaciones de capital en inversión en los activos concesionales, con 135 millones de euros solo en el primer trimestre", ha asegurado Manrique, que ha anticipado que este año la inversión en capital en los proyectos ya adjudicados llegará a 300 millones de euros.
Para acelerar su crecimiento, Sacyr acelerará la creación de Voreantis, la compañía de gestión de activos maduros de bajo riesgo y a largo plazo en la que dará entrada a un socio financiero y minoritario (49%). El horizonte que maneja es que entre finales de 2025 y principios de 2026 salga al mercado. En respuesta a un accionista, ha precisado que, en todo caso, esta operación "no es imprescindible, ni hay prisa", toda vez que "las necesidades de inversión hasta 2027 ya están cubiertas". "Si lo hacemos, mejor, si no, no pasa nada", ha afirmado.
Sigüenza y dos consejeras independientes
La junta de este jueves ha aprobado el nombramiento de tres nuevos consejeros. El del actual director general de Concesiones, Pedro Sigüenza, con carácter ejecutivo, y el de las independientes Elena Gómez del Pozuelo y María Pino Velázquez. Después de estos nombramientos, el 50% del consejo seguirá formado por consejeros independientes y el 43% serán mujeres.
Sigüenza tendrá responsabilidad plena sobre la gestión de los negocios y su desarrollo, mientras que Manrique mantendrá competencias corporativas, estratégicas y financieras.
Respecto a la política de remuneración al accionista, Sacyr destinará al menos 225 millones de euros de caja entre 2024 y 2027. La compañía propone a los accionistas el pago de un dividendo en efectivo por un importe de 0,045 euros brutos por acción y la autorización de un dividendo en forma de scrip como viene siendo habitual.
Manrique ha recordado que las acciones de Sacyr en bolsa cuentan con un 94% de recomendaciones positivas por parte de los analistas (15 de compra y 1 de mantener, ninguna de venta), con una valoración media de 4,2 euros por acción, que es la más elevada de los últimos 10 años. Por tanto, "contamos con un potencial alcista muy importante y como resultado de nuestro trabajo estamos convencidos de que esta valoración seguirá incrementándose", ha rematado el presidente. Preguntado por la posibilidad de recibir una oferta pública de adquisición (opa), ha afirmado que "no hay peligro" y que, de cualquier modo, el consejo decidirá "lo que sea mejor para sus accionistas".