
Más de un año ha tardado el grupo cotizado Urbas en cerrar el proceso de reestructuración financiero de una de las constructoras alicantinas históricas: Ecisa. El Juzgado de lo Mercantil Número 1 de Alicante ha aprobado la homologación judicial de la reestructuración, por la que las condiciones pactadas por Urbas con los acreedores de la mayoría de la deuda se extenderán a la totalidad.
La última crisis financiera de Ecisa, que ha protagonizado varias refinanciaciones en los últimos años antes de su traspaso a Urbas en 2021, se produjo a mediados de 2023. El año pasado en plena ola inflacionista y con la escalada de los costes distintas administraciones como el Ayuntamiento de Alicante o la propia Generalitat Valenciana optaron por rescindir adjudicaciones a Ecisa ante los retrasos en las obras.
En este caso las tensiones de tesorería no sólo afectaban a la constructora alicantina, sino también al resto de empresas de esta división de Urbas: Construcciones Murias, Construcciones Urrutia y Ecisa se encontraban en una situación de "insolvencia probable" según el propio grupo, que le llevó a solicitar para ellas el proceso de preconcurso para negociar un acuerdo con los acreedores evitando la insolvencia.
Así, el 12 de septiembre de 2023 comunicó la apertura de negociaciones con los acreedores para alcanzar un plan de restructuración, un plazo que se amplió en varias ocasiones, hasta que el 26 de marzo de 2024 se presentó el plan de restructuración de Ecisa.
Dicho plan incluye la refinanciación de su deuda y la reorganización de sus operaciones, mediante la puesta en marcha de un plan que asegurará su viabilidad, así como el pago de todas sus deudas a sus acreedores. De hecho, el 13 de junio de 2024 se presentaron mejoras en el contenido de dicho plan para convencer a los acreedores, que lo aprobaron por mayoría. Para sacarlo adelante definitivamente, se solicitó la homologación en el juzgado, que fue admitida a trámite el 18 de julio de 2024.
Ahora el Mercantil Número 1 ha aprobado las condiciones pactadas para el pago de esa deuda y el plan de viabilidad propuesto, en un auto fechado el 8 de octubre. En el mismo se indica que ese plan de viabilidad superó el examen de un análisis de revisión independiente de negocio realizado por una consultora externa, en este caso Deloitte.
El auto también recoge la clasificación de los acreedores según su pasivo y sus garantías para hacer frente al cobro. Caixabank, Banco de Santander y Banco de Sabadell, con sus créditos con garantía real hipotecaria, figuran en la Clase 1. Por debajo de ellos, en la Clase 4 la conforman los créditos con garantías del ICO de Caixabank, Banco de Santander, Banco de Sabadell, Bankinter y BBVA. Por su parte, los créditos comerciales ordinarios, que incluyen a 554 proveedores pillados, figuran como la Clase 5, que vendían a ser el equivalente al crédito ordinario de un concurso.
Caída del negocio en España
Según reconoció Urbas en sus resultados semestrales, "este proceso de restructuración se ha traducido en una caída de la cifra de negocios y de la rentabilidad de la actividad nacional de construcción, mitigada en parte por la mejora de las operaciones en el mercado internacional". En el primer semestre de 2024 la facturación de esta línea de negocio ascendió a 30 millones de euros, menos de la mitad de los 67 millones de euros del mismo semestre del ejercicio anterior.
Más complicada que la situación de Ecisa es la de Murias, ya que se encuentra en concurso necesario tras la solicitud de un acreedor con el que Urbas mantiene una batalla legal.