Infraestructuras y Servicios

La legislación, la sequía y los fondos europeos disparan la inversión en reutilización de agua

  • La nueva normativa sobre reutilización del agua abre nuevas oportunidades para este sector, que prevé una tasa de crecimiento anual cercana al 16% en Europa
  • Actualmente la UE sólo regenera y reutiliza un 2,4% de las aguas residuales urbanas depuradas que se generan anualmente
España ha sido pionero en apostar por este recurso no convencional. EP

El recrudecimiento de la sequía y el impulso de la depuración de aguas residuales gracias a la implantación de tecnologías cada vez más fiables ha hecho que la reutilización de las aguas tras ser sometidas a un tratamiento de regeneración haya experimentado un importante desarrollo en los últimos años hasta convertirse en un elemento clave de la gestión integrada de los recursos hídricos.

Esta solución ofrece nuevas oportunidades y también aporta evidentes beneficios, ya que permite realizar una mejor gestión al liberar agua de calidad para usos cada vez más exigentes -incluido el abastecimiento de la población-, incrementar el agua disponible en zonas especialmente castigadas por la escasez, o garantizar una mayor fiabilidad y regularidad del suministro.

España ha sido uno de los países pioneros de la Unión Europea en apostar por este recurso no convencional. De hecho, se posiciona ya como el segundo país del territorio comunitario que más agua reutiliza. El Real Decreto publicado en diciembre de 2007 supuso un hito en esta materia al establecer una normativa básica que fijaba los requisitos para obtener el título habilitante, así como los usos permitidos -agrarios, ambientales, recreativos, urbanos e industriales- y criterios de calidad exigidos.

La normativa española ha tenido su reflejo en la regulación europea: parte de los objetivos e incluso de su articulado han sido recogidos en el Reglamento europeo sobre reutilización del agua para riego agrícola que entró en vigor el pasado mes de junio con el objetivo de establecer un marco adecuado para impulsar, en el contexto de escasez que atraviesa el continente, la obtención de recursos hídricos alternativos y homogeneizar la regulación del uso del agua regenerada en todos los estados miembros, excepto en aquellos que hayan decidido acogerse a una cláusula de exclusión voluntaria.

Estas normas han sido concebidas con el fin de aportar transparencia y accesibilidad a los agricultores sobre el uso de aguas residuales depuradas para regar los cultivos y ayudarán a garantizar que haya suficiente agua disponible para el riego agrícola, especialmente durante las épocas de sequía intensa y las olas de calor, contribuyendo a evitar la pérdida de cosechas y la escasez de alimentos.

La adaptación del texto europeo a la legislación española ha sido aprobada recientemente por el Consejo Nacional del Agua junto a otros dos Proyectos de Orden que pretenden fomentar el uso eficaz del agua regenerada. El primero actualiza una orden en vigor desde 2009 y busca avanzar en la modernización de la gestión a través de la implementación de sistemas digitales, regulando los sistemas electrónicos de control de los volúmenes utilizados por los aprovechamientos de agua, así como los retornos y los vertidos al dominio público hidráulico.

El segundo también es una actualización de una orden de 2006 y permite desarrollar el régimen jurídico de las entidades colaboradoras de la administración hidráulica en materia de aprovechamientos y protección de las aguas del dominio público hidráulico.

La iniciativa legislativa europea, sin embargo, no ha sido bien recibida por las ONGs ecologistas que advierten de que "supone un nuevo enfoque de oferta de agua que podría reducir los caudales circulantes por los ríos, ya que aspira a duplicar el volumen de agua reutilizada, de 400 a 800 Hm3/año". La medida también permite poner un precio al agua reciclada, una circunstancia que, según recalcan, supondrá un posible ingreso adicional para los municipios concesionarios del agua doméstica, favoreciendo la mercantilización del recurso.

Asignatura pendiente en la UE

Aunque en España la reutilización del agua ya se aplica con éxito desde hace más de quince años, se calcula que en la UE sólo se regenera y se reutiliza un 2,4% de los 40.000 millones de metros cúbicos de aguas residuales urbanas depuradas que se generan anualmente.

Estas cifras ponen de manifiesto el enorme potencial que existe para hacer un uso más eficiente de este recurso. No en vano, un informe elaborado por Bluefield Research señala que la nueva normativa europea sobre la reutilización de aguas residuales, junto con la sequía que castiga a diferentes países del sur y los fondos de recuperación y resiliencia para nuevos proyectos, está impulsando la inversión en reutilización de aguas residuales municipales en toda Europa.

Está previsto que el gasto en el ámbito de la reutilización de aguas municipales en Europa escale de los 140 millones de euros de 2023 a los 369 millones en 2030, con una tasa anual media del 16%.

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