Infraestructuras y Servicios

El calendario del nuevo Camp Nou: Limak se lleva un bono por llevar las obras con un mes de adelanto

  • El conjunto azulgrana y la constructora turca discuten sobre el montante, que ronda el millón de euros 
  • El contrato contempla, por otro lado, una penalización de 1 millón por cada día de retraso a la hora de entregar el estadio 
Render del nuevo Camp Nou, visto desde Travessera de Les Corts. EE
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¿Entregará Limak las obras del nuevo Camp Nou a tiempo? Esta fue una de las grandes dudas que se puso sobre la mesa visto el ambicioso calendario del conjunto azulgrana y la constructora turca. La empresa se muestra convencida que el equipo catalán podrá volver a su estadio en noviembre de 2024 y luce argumentos para defenderlo, de momento. Aunque la obra está todavía en fase incipiente, la organización percibirá un bono que rondará el millón debido a que avanza con un mes de adelanto frente a los planes originales.

Joan Sentelles, director del área de operaciones del Espai Barça, explica que el derribo de la vieja estructura terminó con alrededor de cuatro semanas de antelación. Se trataba de uno de los hitos marcados en el contrato con Limak. Por ello, club y compañía discuten sobre la fecha exacta en la que finalizaron los trabajos para definir el montante final de la paga que, en todo caso, no diferirá mucho del millón de euros, señala el dirigente azulgrana. Se trata de una cifra modesta dentro de los 950 millones de precio máximo acordado.

El Barcelona se fijó como prioridad pasar el máximo tiempo posible fuera del estadio. Y el calendario de Limak fue una de las grandes bazas para ser escogida. No obstante, en el sector se daba por muy complicado que se pudiera cumplir. De hecho, la agencia de rating Kroll –que hizo la valoración de la financiación del Espai Barça- realizó sus cálculos asumiendo un año de retraso en los trabajos. De momento, y ,eso sí, solo con el 7% de la obra ya hecha, no se ha producido incumplimiento alguno.

Cada día fuera del Spotify Camp Nou es una pérdida económica para el Barça

Más allá del derribo, se retiraron todos los asientos y se hizo el 50% de la excavación alrededor de la infraestructura. Fue posible gracias a que el pacto se firmó con la previsión de trabajar de lunes a viernes y los operarios también están en el Camp Nou la mayoría de los sábados. Y aunque está previsto mantener las jornadas de ocho de la mañana a ocho de la tarde, el club admite que se pueden prolongar de manera puntual hasta las diez de la noche.

"Incluso los ayuntamientos permiten que se trabaje por la noche –práctica habitual de Limak en Turquía- en algunos casos, como cuando haya que traer las piezas de gran tamaño o con actividades que no se pueden parar", añade Sentelles.

El calendario es vital para el club, pues cada día fuera del Camp Nou es una merma de ingresos. Por ello, incluyó también una penalización para Limak de un millón de euros al día por cada jornada de retraso a la hora de entregar el campo, que debería estar completamente finiquitado en agosto de 2026.

El calendario de las obras una vez se vuelva al Camp Nou

Para noviembre de 2024, el plan es que tenga una capacidad de 65.000 personas –frente a los 104.600 que tendrá al final-, pues la primera y la segunda gradería estarán ya listas. La estructura de la tercera gradería también estará hecha, aunque no operativa. También estarán disponibles el 50% de las localidades VIP, categoría con la que el club aspira a ingresar 76,5 millones de euros por temporada.

Para ello está previsto que entre 1.500 y 2.000 empleados trabajen en el Camp Nou en los momentos de más actividad a un ritmo de facturación de 50 millones mensuales, aproximadamente. Hasta el momento se tiró de obreros locales, pero está previsto que en las próximas semanas lleguen los primeros operarios procedentes tanto de Turquía como de mercados como Rumanía y Bulgaria.

Ya con la temporada en juego, en agosto de 2025 se debería alcanzar el 90% de capacidad en la tercera gradería y los anillos VIP. La cubierta tendría que estar ya totalmente instalada y la nueva tienda en funcionamiento. Hasta la entrega de llaves quedaría alcanzar el listón de los 104.600 asientos, instalar las placas fotovoltaicas en el techo del estadio y terminar las obras en el exterior.

"El calendario está hecho con holgura suficiente para contemplar escenarios adversos, tenemos ratios para medir exactamente la situación en la que estamos y saber dónde estaremos", defiende Sentelles.

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