Torró culpa al Consell por "perder Cevisama" y 'olvida' que no se celebró 2 años cuando era secretaria autonómica de Economía

La Generalitat Valenciana y el Gobierno de Pedro Sánchez aprovechan cualquier ocasión para reprocharse mutuamente y sacarse los colores en una carrera en que parecen más pendientes de criticarse que de asumir las responsabilidades por las competencias que tienen respectivamente. La decisión de llevar la feria del azulejo Cevisama a septiembre se ha convertido en el último motivo de discordia y polémica.

La secretaria de Estado de Industria, la socialista valenciana Rebeca Torró, ha salido a la palestra de las redes sociales para criticar por el cambio de fecha en 2026 de la feria cerámica Cevisama en Valencia, la mayor cita del sector de esta industria en España, el segundo mayor fabricante de España.

"Perder Cevisama, después de más de 40 años, es una muestra más de la dejadez y falta de liderazgo de la Generalitat", ha publicado Torró o su responsable de redes en su perfil de X (la antigua twiter) de Elon Musk, en el que incluye una noticia de Europa Press con el título "La feria Cevisama pasará a celebrarse de forma simultánea a Hábitat, Espacio Cocina y Textilhogar en 2026".

La responsable de política industrial del Ministerio de Industria asegura que "en un momento en el que avanzar en internacionalización es vital, el sector de la cerámica no puede perder este gran escaparate".

Torró fue secretaria autonómica de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Consumo de la Generalitat Valenciana, la administración que ahora critica y que está en manos del PP de Mazón, entre mayo de 2019 y mayo 2022, y posteriormente consellera Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad Sostenible hasta junio de 2023, cuando Mazón ganó las elecciones a Ximo Puig.

Torró fue una pieza clave para la llegada de la gigafactoría de Volkswagen a Sagunto. Pero durante sus años en la Conselleria de Economía, la feria Cevisama también se perdió, ya que ese "gran escaparate" no se celebró ni en 2021 ni en 2022. En el primero de esos años las restricciones en los movimientos de las personas tras el Covid, que cambiaban constantemente en función de la evolución de los contagios, llevaron a desistir después de un primer intento de aplazarla a mayo. Un año después, en 2022, fue la estratosférica subida de los costes del gas tras el estallido de la guerra de Ucrania los que llevó a que muchas empresas se dieran de baja para evitar los gastos de los stands y finalmente se optara por cancelarla.

Precisamente esa situación por los precios de la energía y la caída de ventas en la industria azulejera, que se concentra en más de un 90% en Castellón, provocó también duros reproches entre administraciones, en este caso de la Generalitat que se quejaba de que el Estado había aportado menos ayudas que países como Italia a este sector.