Los grandes exportadores españoles no dejan de hacer números sobre los efectos de los aranceles de Trump en su negocio. En el caso de la industria azulejera española, el mayor fabricante en volumen de toda Europa y que tiene su mayor mercado internacional en Estados Unidos, el incremento de las tasas anunciadas podría reducir a la mitad su rentabilidad en ese país, aunque también dependerá del efecto sobre otros competidores como India.
En pleno estancamiento y reducción en los grandes mercados europeos, Estados Unidos es el mayor comprador de baldosas cerámicas españolas con el 13% de los 4.819 millones de euros del negocio que registró en 2024. Ese mercado fue una de las claves de la recuperación de esta industria con gigantes como Pamesa, Porcelanosa y STN. Se estima que el mercado de ese país generó 105 millones de euros del ebitda de los fabricantes españoles, que el año pasado alcanzó los 924 millones de euros y creció un 39%, según el informe Sector Cerámico, situación y perspectivas elaborado por Deloitte.
La subida de los aranceles anunciada por Trump supone pasar de unos aranceles que para el azulejo europeo se situaban en el 9,4% a elevarlos hasta el 20%. Tomando los datos del año pasado en frío, ese incremento de costes supondría un impacto máximo de 55 millones de euros en esa rentabilidad, es decir, el ebitda de los fabricantes españoles caería un 52% en ese país. Con todo, aun se situaría en el 10,5%, es decir, seguiría siendo un mercado interesante pese al sobrecoste. En la rentabilidad anual total del sector el recorte sería de alrededor del 6%.
Con todo, esa repercusión a partir de las cifras del año pasado puede sufrir variaciones de calado en función de varios factores ante la incertidumbre existente. El fundamental es la reacción del propio mercado norteamericano, además de los efectos sobre el resto de competidores del azulejo que se fabrica mayoritariamente en la provincia de Castellón.
El gran rival por ventas y tipo de producto es Italia, el primer vendedor en EEUU por delante de España, que tendrá que aplicar el mismo sobrecoste arancelario. De momento el gran beneficiario sería México, ya que es el tercero tras España y se salva de la nueva barrera. En el caso del siguiente, India, que en los últimos años se considera la gran amenaza mundial por los fabricantes españoles, tendrá que afrontar aranceles del 26%, mientras que Turquía y Brasil aunque tienen una tasa menor que la española también verán encarecerse sus ventas a EEUU.
Según Javier Arribas, socio responsable de Transacciones de Deloitte en Comunidad Valenciana, de hecho la nueva situación "puede suponer una oportunidad para los fabricantes españoles e italianos" para ganar cuota en ese país a India, aunque se enfocan a mercados de nicho distintos con más valor medio en el caso de los europeos.
De hecho, según la encuesta realizada a las propias empresas, las opiniones sobre los efectos de los aranceles están muy divididas. Así, frente a un 35,3% que considera que desincentivará la demanda en ese país, el mismo porcentaje considera que no afectará e incluso un 29% espera que pueda impulsar las ventas españolas.
¿Fabricar allí?
Otra de las cuestiones que plantea la guerra comercial es la posibilidad de que los fabricantes castellonenses ubiquen producción allí. Paradójicamente EEUU es la casa del mayor fabricante mundial, la multinacional Mohawk con marcas como Marazzi y Dal Tile que producen la mayoría en otros países, incluso en Castellón. Aunque es un mercado que importa la mayoría de lo que consumo, en los últimos años se ha intentado crear en Tennesse un clúster local con incentivos fiscales.
Según la encuesta entre directivos del sector español de Deloitte, casi un 60% considera que los aranceles incentivará esa posible introducción de fábricas, aunque los empresarios del sector han sido históricamente reacios a producir en otros países directamente.