Industria

Guardian, inflexible con el cierre de Llodio: desoye a los trabajadores y al Gobierno vasco

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Guardian se mantiene inflexible sobre su decisión de abandonar Euskadi, lo que conllevará el cierre de la fábrica de Llodio (Álava) que emplea a 171 trabajadores. Ante la convocatoria de huelga, la multinacional estadounidense -propiedad de Koch Industries desde 2012- ha dado una vuelta de tuerca más a la complicada situación, con el anuncio del apagado del horno de la factoría para mañana miércoles, una semana antes del plazo fijado anteriormente.

De esta manera, Guardian vuelve a hacer caso omiso a la petición del Gobierno vasco, -con quien se reúne hoy-, que ha solicitado tiempo para encontrar una solución industrial viable para la planta. El apagado completo del horno impedirá mantener la actividad, además del riesgo de derrumbe que supone para la fábrica y efectos colaterales en el entorno.

La plantilla de la planta de Llodio ha respaldado la convocatoria de la huelga que comenzará el próximo jueves, a la espera de que el Tribunal de Justicia del País Vasco se pronuncie sobre la petición del sindicato ELA de paralizar de forma cautelar el apagado del horno de la planta.

Los trabajadores de la factoría celebraron ayer dos asambleas, una por la mañana y otra por la tarde, para analizar la situación después de que la dirección de la empresa haya decidido adelantar el apagado del horno a este miércoles, y ha apoyado a su comité de empresa.

La multinacional estadounidense anunció la semana pasada el cierre de esta factoría en el plazo de seis meses tras un "reciente e imprevisto daño crítico descubierto en la pared de carga de horno, que impide a la compañía seguir operando de manera segura y fiable". El cierre supondrá el despido de sus 171 trabajadores.

El Gobierno vasco ha sugerido a la empresa que el problema con el muro de carga se puede solucionar con una parada en caliente (Hot Hold) o cualquier otra solución técnica que permita garantizar la integridad del horno a futuro. Por ello, ha pedido a la dirección de Guardian que antes de adoptar cualquier decisión técnica respecto al horno, se encargue a una asesoría técnica independiente acordada por ambas partes, una evaluación de la situación del horno y un análisis de las posibles soluciones.

Solución alternativa

Asimismo, el Ejecutivo que lidera Imanol Pradales ha trasladado de nuevo a los propietarios de Guardian Llodio su voluntad de entablar relaciones basadas en el diálogo continuo y la confianza mutua, con el espíritu de buscar "una solución alternativa al anuncio de cierre de la planta" y espera que la empresa corresponda con la misma actitud.

El comité ha analizado con los trabajadores la situación y se ha ratificado el inicio de la huelga el jueves y una concentración el miércoles, día en el que comenzará el proceso de parada del horno, que estaba previsto inicialmente para el 3 de febrero.

Por su parte, el sindicato ELA ha solicitado al Tribunal Superior de Justicia del País Vasco que suspenda de forma cautelar la paralización del horno. ELA ha explicado que, de producirse este apagón, sería "irreversible" para la planta de Llodio y ha considerado que "no se debe permitir a la multinacional llevar a cabo su intención de dejar sin futuro alguno a la planta".

Sobre la parada del horno, el delegado de prevención de riesgos laborales en Guardian, Gabriel Ainz, ha denunciado que la empresa no ha elaborado el protocolo correspondiente y ha advertido del riesgo de colapso del edificio si no se apaga de una manera concreta.

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