Industria

Agentes sociales y económicos se unen para impulsar el sector de la automoción con la gigafactoría de Stellantis y CATL en Zaragoza

El presidente Jorge Azcón en la rueda de prensa con los agentes económicos y sociales tras la aprobación del DIGA para la planta de baterías de Stellantis y CATL en Zaragoza. | Firma: Gobierno de Aragón.
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Aragón ya venía trabajando conjuntamente en los retos que tiene ante sí el sector de la automoción con la irrupción del coche eléctrico y las nuevas formas de movilidad. Un campo en el que en el seno del Observatorio de la Automoción ya se estaba ultimando un documento sobre los cambios futuros que, ahora, tienen una buena y nueva oportunidad ante sí con la llegada de la gigafactoría de baterías de Stellantis y CATL en la localidad de Figueruelas, en Zaragoza, con una inversión de 4.100 millones de euros y la generación de 3.000 empleos para producir alrededor de un millón de baterías en el horizonte de 2028.

Una inversión anunciada el pasado día 10 de diciembre con la firma del documento por parte de ambas compañías que va suponer un punto de inflexión en el sector de la automoción y de la economía de Aragón, España y Europa por todas las posibilidades que abre y que el Gobierno de Aragón y agentes económicos y sociales quieren aprovechar para anclar y consolidar el sector del automóvil en la comunidad aragonesa, que suma una facturación de casi 12.000 millones de euros, emplea a 35.000 personas, representa el 30% del empleo industrial, supone el 6% del PIB de la comunidad y concentra el 30% aproximadamente de las exportaciones.

Todos van a trabajar conjuntamente para que este proyecto de la planta de baterías sea transformador del sector. "La práctica totalidad del sector de la automoción tiene claro que el futuro será eléctrico", ha afirmado el presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, durante la rueda de prensa, con los agentes económicos y sociales, tras el Consejo de Gobierno en el que se ha declarado de interés autonómico esta inversión.

Es una inversión que llega dentro de un momento de "coyuntura altamente competitiva" y con una clara exigencia en materia de ahorro y eficiencia, lo que lleva a que las "decisiones van aser constantes", ha incidido Azcón, quien ha incidido en la importancia de esta gigafactoría con la que "Aragón va a ser referente en producción de baterías en España y en Europa" y que "significa la consolidación de la planta de Figueruelas".

También va a permitir -ha añadido-, la "exportación de un nuevo producto a otras plantas de España, como las de Stellantis en Madrid y Vigo, y del extranjero. La planta "va a ser un punto diferencial, ya que evitará la dependencia del suministro" de baterías de otras plantas en el mundo, además de contribuir a la diversificación del sector de la automoción y al crecimiento estratégico, así como a la realización de un mayor esfuerzo en I+D en la comunidad aragonesa.

Unos motivos por los que "no hay que relajarse. Ahora de verdad iniciamos una carrera en la que no se puede fallar", ha afirmado el presidente, porque hay que tomar decisiones en materia de formación para disponer del talento, en generación de energía e, infraestructuras, entre otras ligadas a esta inversión, como sucede con la vivienda.

La sinergia de Stellantis y CATL con esta gigafactoría de baterías "significa la llegada de un tiempo nuevo" ante el que hay que prepararse para lo que se va a trabajar con el sector de la automoción y todos los agentes sociales y económicos.

"El sector de la automoción pasa por un momento darwinista", señala Benito Tesier, presidente de la Federación de Empresarios del Metal de Zaragoza (FEMZ) y del Clúster de la Automoción de Aragón. "Se adaptará el más rápido. Los territorios que no se adapten desaparecerán en la industria de la automoción. Esto probablemente no va a suceder aquí porque se aseguran dos décadas con la gigafactoría. De ahí que este proyecto ancla una realidad como la nuestra" en relación también a la planta de Stellantis e industria auxiliar en Aragón.

"Este proyecto -ha añadido Tesier-, "abre nuevas oportunidades para el futuro. La batería es el 40% del valor del coche eléctrico. Y esto es un atractivo para que otros fabricantes o ensambladores vengan aquí" y también para la industria de componentes porque "el coche será autónomo y conectado por lo que los fabricantes van a necesitar tecnología que no existe". Es una oportunidad para el sector que "no acaba aquí. Aquí va el verdadero reto de fabricar los coches desde Figueruelas y Aragón".

Trabajo conjunto de la sociedad aragonesa

En la rueda de prensa todos los agentes sociales y económicos han coincidido en señalar la importancia del trabajo realizado durante años atrás. "Es el éxito de la sociedad aragonesa", han coincidido todos en relación a la gigafactoría de baterías.

"Puede que sea la inversión más importante", ha explicado Miguel Marzo, presidente de CEOE Aragón, porque "no solo va a generar 3.000 empleos, sino que aseguramos los 35.000 del sector e la automoción, que hubiera sufrido mucho si esto no se hubiera producido.

Por su parte, María Jesús Lorente, presidenta de Cepyme Aragón, ha destacado la importancia de que las pymes puedan aprovechar también la llegada de la gigafactoría para ser proveedores no solo de los componentes, sino también de las soluciones tecnológicas o de la logística. "Ahí es donde se va a beneficiar el tejido empresarial".

Desde UGT Aragón, su secretario general, José Juan Arcéiz, ha puesto en valor la importancia de este anuncio de la planta de baterías "porque atornilla la fábrica de Stellantis en Zaragoza y al sector" y la transición se va "notar menos". El reto ahora "es conseguir que las empresas proveedoras mantengan los contratos porque el coche eléctrico también tiene puertas, salpicadero…" Además, ha recordado el esfuerzo realizado por los trabajadores en el convenio colectivo para atraer dos coches eléctricos y la plataforma eléctrica a Figueruelas.

Finalmente, el secretario general de CCOO Aragón, Manuel Pina, ha señalado que Aragón "puede ser la ganadora con esta inversión con la que se sientan las bases del futuro", aparte de destacar el impacto en el empleo no solo en la planta, sino en el sector, puesto que cada 2,5 empleos se genera uno directo en el sector. Para Pina, es necesario trabajar en la formación y también para que las industrias auxiliares se adapten a las nuevas formas de trabajar. "Quedan muchos deberes por delante", ha concluido. Una afirmación en la que han coincido todos los agentes.

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