
La gigafactoría de Stellantis y CATL en Zaragoza tendrá una producción de un millón de baterías desde el año 2028, fecha en la que se prevé que esté a pleno rendimiento, aunque la fabricación comenzará ya en el año 2026 dentro de las instalaciones actuales de la planta de Figueruelas.
Es el dato que el propio presidente de CATL transmitió al presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, tras la firma del acuerdo con Stellantis para instalar en la localidad de Figueruelas, en Zaragoza, la gigafactoría de baterías y que se ha dado a conocer oficialmente hoy tras la comparecencia tras el Consejo de Gobierno en el que se ha aprobado la declaración de interés autonómico con la que se avanza y agiliza todo el proceso de tramitación, que se espera que culmine en tiempo récord. Se estima un plazo máximo de seis meses.
No es el único nuevo dato que se ha dado a conocer con el DIGA, que confirma los 3.000 puestos de trabajo en la gigafactoría y la inversión de 4.100 millones de euros que, con su actividad y esta producción de un millón de baterías, permitirá duplicar la facturación actual del sector de la automoción en Aragón. Los últimos datos apuntan a que, en 2023, se situó en 11.775 millones de euros. Una cifra que se verá incrementada en 10.000 millones de euros, una vez esté la planta funcionando a pleno rendimiento.
Y, para llegar a este punto, el proyecto de la gigafactoría se acometerá en varias fases, estando previsto que se empiece a construir sobre las 80 hectáreas anexas a la actual planta aragonesa en junio de 2025 y se prolongue todo el proceso hasta marzo de 2028. En esa fecha, ya estará totalmente operativa y alcanzará esa producción de un millón de baterías.
No obstante, la fabricación de este producto, que serán pilas de 50 kWh, ya que la capacidad máxima será de 50 GWh, se iniciará ya en Figueruelas en 2026 dentro de la actual planta de Stellantis.
De este modo, el calendario que se contempla es que la fase cero arranque ya en junio de 2025 tras culminar toda la tramitación del PIGA, con la participación de todos los departamentos del Gobierno de Aragón implicados. En ese momento, se dará paso a los movimientos preliminares como el movimiento de tierras, cimentación para posteriormente ir avanzando en la construcción del edificio de celdas.
AsÏ comenzará la planta de celdas y de módulos de baterías y se continuará con el aumento de la capacidad productiva con más líneas de celdas, así como con el resto de edificios de módulos y la planta de celdas II y otro aumento de producción. La cuarta fase y final ya se corresponde con los últimos detalles para estar a pleno rendimiento.
Son plazos que se han establecido atendiendo a las necesidades del mercado, puesto que se contempla que, a partir de 2030, solo se fabriquen coches eléctricos a los que se destinarán estas baterías que irán a las plantas de Stellantis en España y a factorías en Europa para distintos vehículos, entre los que se encuentran turismos, crossover y SUV pequeños y medianos. Además, CATL es proveedor de baterías para otros fabricantes como, por ejemplo, Tesla, Honda y Mitsubishu, entre otros.
La planta de baterías comprende además infraestructuras para la generación de energía renovable que, hasta el momento no se han concretado, aunque sí se sabe que serán tanto de energía eólica como renovable. Para ello, no se descarta vinculación con la inversión de 1.000 millones de euros en Aragón a raíz del acuerdo alcanzado por Forestalia con una de las empresas de CATL. No obstante, todavía no se ha confirmado este punto.
Sí está más claro que la nueva ley de energías en Aragón que se está tramitando y que pone el foco especialmente en el autoconsumo, facilitaría la hibridación para poder tener más capacidad de energía renovable por el mayor número de horas de generación.
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