Industria

Los retos que tiene ante sí Aragón para hacer realidad la planta de baterías de Stellantis y CATL en Zaragoza

La formación y los plazos son algunos de los retos que tiene que superar Aragón para agilizar la planta de baterías de Stellantis y CATL en Figueruelas, en Zaragoza. | Foto: Europa Press.
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Stellantis y CATL han confirmado hoy la instalación en Zaragoza de la planta de baterías, que será la más grande de España, al menos, hasta el momento. Un anuncio que ha sido bien recibido por los agentes económicos y sociales y por el sector de la automoción, así como por el comité de empresa de Stellantis en Figueruelas, pero que no está exento de superar varios retos para que este anuncio llegue a buen término en los plazos previstos.

De hecho, varios son los frentes abiertos en los que hay que trabajar para materializar esta planta de baterías. Y, el primero de ellos, es el proceso de tramitación. Aunque el proyecto quiera ponerse en marcha en varias fases, la primera de ellas ya arrancaría a finales de 2026 con el inicio de la operación.

Y esto obliga a "correr" especialmente a las administraciones de Aragón y a las locales. La previsión es que en los próximos días la inversión se declare de interés autonómico, según adelantaba el presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, durante la rueda de prensa convocada para valorar el anuncio esta mañana.

Un reto en el que el Ejecutivo ya ha venido trabajando y que, ahora, tiene que darle el empuje definitivo con esta declaración y la aprobación del DIGA y posterior PIGA para que puedan comenzar las obras de construcción y urbanización necesarias para la puesta en marcha de esta factoría. Inicialmente, el compromiso es que todo este proceso esté listo en unos seis meses.

La construcción de las instalaciones también tendrá que agilizarse para comenzar la producción en el plazo previsto. Otro de los retos importantes es el relacionado con la energía. La gigafactoría tendrá una capacidad de 50 GWh y, además, será neutra en emisiones completamente y funcionará con energías renovables.

Son industrias que registran un alto consumo energético por lo que será necesario avanzar en cubrir esas necesidades energéticas. Un proceso que no depende de la Administración local, sino que contempla la implicación del Gobierno de España y de entidades como, por ejemplo, Red Eléctrica de España.

No obstante, inicialmente, no se prevé que haya ningún problema para este suministro ni en tiempo ni en forma al tenerse ya constancia de esta inversión y recogerse en los planes inversores de infraestructuras energéticas.

Y otro de los retos clave es la formación. La llegada de la planta de baterías a Zaragoza hará que se precisen más trabajadores, que deberán conocer la tecnología de baterías y el nuevo proceso de producción. Es urgente así a su vez poner en marcha los planes de formación precisos para llegar con los empleados cualificados a la fecha de inicio de la actividad.

De momento, no se descarta que, al igual que sucede con otras inversiones, se pueda llegar a acuerdos de formación con contratación con las empresas Stellantis y CATL y la Administración a través de, por ejemplo, el INAEM.

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