Barcelona/Madrid
El juzgado de lo Mercantil número 1 de Tarragona aprueba lanzar la venta exprés del grupo de ingeniería Navec. En concurso de acreedores desde el mes de septiembre, la empresa dedicada a la ingeniería, fabricación, montaje y mantenimiento de plantas industriales lleva desde antes del verano negociando una reestructuración con los acreedores que no llegó a buen puerto. Por ello, el magistrado ha autorizado al administrador concursal programar una subasta de los activos para la primera semana de noviembre.
El conglomerado con sede en Tarragona, el principal contratista de Repsol Puertollano y que también trabaja para firmas como Covestro, Navantia, Enagás y Dow, ha atraído ya el interés tanto de grupos industriales como de fondos de inversión. De ahí que la administración concursal, en manos del despacho RCD haya optado por solicitar una venta extrajudicial. El juez Santiago Aragonés autorizó la subasta la pasada semana.
Ahora, el bufete se encuentra en proceso de diseñar la puja, algo que se cerrará en los próximos días. Las fuentes consultadas por elEconomista.es explican que se organizará tanto una subasta por la totalidad de la firma como por diferentes activos, principalmente segregados por unidades de negocio, aunque tampoco se descarta elaborar los lotes geográficamente. Así, está previsto que el concurso se produzca entre el 4 de noviembre y el 8 de noviembre.
Se busca, de este modo, una solución rápida para dar viabilidad a la compañía vistas las muestras de interés recibidas en las últimas semanas. Este futuro podría ser con la venta por paquetes o de la totalidad de la unidad productiva.
La subasta se celebrará eso sí en un clima de tensión con los sindicatos tras el expediente de regulación de empleo (ERE) presentado. Un ajuste que podría desafectar a trabajadores en las próximas semanas según la voluntad de los posibles compradores. No obstante, el comité de empresa de Navec en Puertollano –que trabaja principalmente para Repsol- ha convocado una huelga indefinida en señal de protesta contra la medida.
La realidad financiera de Navec
El concurso y futurible venta de Navec es la culminación de un proceso de tensiones financieras que se arrastra desde hace años. La empresa pidió en 2022 un préstamo a Cofides de 9 millones de euros para empresas impactadas por el coronavirus. Sin embargo, su situación no mejoró y ya antes del verano trató de abordar una reestructuración con la banca que no fructificó.
Según los últimos estados financieros, en 2022 registró unas ventas de 112,7 millones de euros y un beneficio de 11.790 euros. Sin embargo, arrastraba un fondo de maniobra negativo de 6,3 millones de euros que ya indicaba el agujero que tenía en el balance.
Además, el auditor (EY), alertaba en su informe de varios deterioros que se debían acometer y que disparaban las pérdidas del grupo. Para empezar, advertía de que la sociedad no estaba anotando gastos de amortización por valor de 3,9 millones de euros durante los últimos seis años, lo que provocaba un balance hinchado en 27,6 millones y unas pérdidas -tanto de ejercicios anteriores como de 2022- a las que había que sumar la misma cantidad.
Por otro lado, avisaba que había 6,6 millones de euros de impuestos diferidos que Navec aspiraba a compensar, pero que EY señala que deberían deteriorarse debido a las dificultades ya vividas.
Los dos principales accionistas de la empresa con sede en Tarragona son los fondos Baring Iberia II (38,8%) y Tikehau Capital (21,6%), que heredó la participación de haber financiado la compra de la compañía a la propia Baring.