
Acerinox trata de frenar la sangría en que, en los últimos años, se habían convertido sus plantas de Malasia y de Cádiz. A pesar de que la compañía ha ganado dinero de manera ininterrumpida desde el estallido de la pandemia, su actividad en el país asiático y en España ha reportado pérdidas prácticamente cada ejercicio desde 2020. Entre ambas instalaciones, la contribución al resultado ha sido de unas pérdidas acumuladas de 794,4 millones de euros.
Según la información hecha pública al cierre de cada ejercicio por parte de la cotizada española, los números rojos fueron una constante tanto en Bahru Stainless como en Acerinox Europa. La fábrica de Los Barrios (Cádiz) solo consiguió ganar dinero en 2021, con una aportación positiva de 20,6 millones. Desde entonces, una aportación negativa de 46,7 millones en 2022 que ascendió a –189,9 millones de euros en 2023. En total, la contribución en el periodo 2020-2023 fue de –277,8 millones.
A las dificultades operativas habituales, el centro andaluz se enfrenta a una huelga indefinida de toda la plantilla que le tiene sin actividad desde hace más de 100 días. La cotizada cifra en 180.000 euros el coste diario de tener la infraestructura cerrada, por lo que la factura total ya supera los 20 millones de euros.
El centro se ha visto penalizado tanto por la atonía de la demanda de acero inoxidable en el Viejo Continente, con industrias como la construcción que no arrancaron, como por los altos costes energéticos, que segaron la rentabilidad de todo el sector.
A estas cifras hay que sumar el agujero generado por la planta de Johor Bahru, que la empresa dirigida por Bernardo Velázquez opera desde 2011. En los últimos cuatro ejercicios el balance fue de –516,6 millones de euros, destacando tanto en 2022 como en 2023 en los que perdió más de 200 millones por campaña. En el caso malayo, el centro ya perdía dinero antes de la pandemia: entre 2018 y 2019 se dejó más de 200 millones.
Acerinox además tuvo que realizar varios deterioros de los activos en el país asiático que, a cierre de 2023, rondaban los 500 millones.
El centro está especializado en laminación en frío y en la venta de productos planos y dejó de ser un activo estratégico hace tiempo. Y es que la actividad en la planta malasia hace años que se ve afectada por la sobreproducción a bajos precios de China, principalmente, y de Indonesia. "La situación en China está muy deprimida, es una economía que no es de mercado que impulsa una producción por encima de las necesidades del país y eso maneja los precios de la región", desgranó el director operativo, Hans Helmrich, en un encuentro con analistas hace algunos meses.
Ante este panorama, la compañía optó por bajar definitivamente la persiana en Bahru Stainless y recortar la producción en Acerinox Europa. En la primera, el cierre implicará el despido de toda la plantilla que, según los últimos datos disponibles, era de 427 personas. La rebaja de cinco a tres turnos en la instalación gaditana también implicará un ajuste evidentemente para las 1.800 personas que allí trabajan, pero la compañía explica que todavía no está cuantificado ni siquiera elegida la fórmula, ya sea un ERE o un ERTE.
La respuesta de la plantilla fue acusar a la siderúrgica de "falta de respeto". "La empresa está jugando a tenernos con la incertidumbre, cosa que no entendemos, porque nos pidieron que llevásemos a votación una propuesta, lo hicimos y salió que no", señalaron desde el comité de empresa.
Estados Unidos y VDM Metals sí funcionan
Para ganar dinero a final de año, Acerinox cuenta con el argumento de su presencia en Estados Unidos a través de North American Stainless. La filial americana se ha convertido en el gran sostén del grupo: en 2023 tuvo una aportación de 579 millones al resultado y en 2022 la cifra ascendió hasta los 697 millones.
Además, la cotizada construye una segunda división para hacer frente a los vaivenes del acero: las aleaciones de alto rendimiento. Y parece salir a cuenta. VDM Metals también dio resultados positivos: aportó 73 millones en 2023 y otros 42,9 millones en el ejercicio anterior.