
Acerinox fía su crecimiento a VDM Metals. Como ya dejó claro en el último día del inversor, las aleaciones de alto rendimiento son el argumento que la compañía quiere utilizar para incrementar márgenes y rentabilidad en un momento en el que el acero inoxidable no tiene visos de recuperarse a corto plazo. La empresa dio a luz su plan operativo, previsto para el 1 de enero, con el que pretende mejorar su Ebitda en 100 millones anuales de manera recurrente hasta 2026. Optimizar la producción de los productos con mayor valor añadido será clave.
Según explicó la empresa en un comunicado, el plan Beyond Excellence tendrá una vigencia de tres años y busca "mejorar el desempeño operativo la competitividad". Del mismo modo que las inversiones en VDM Metals, se enmarca en el plan estratégico de la organización, todavía vigente.
Así, la firma plantea la inversión de 67 millones en la filial de aleaciones de alto rendimiento con el objetivo de incrementar hasta un 15% sus ventas que, eso sí, representan todavía una pequeña parte del pastel total. Mientras el acero inoxidable redujo hasta septiembre el 34% sus ventas –de 6.075 millones a 4.029 millones- y el 55% el Ebitda –de 1.082 a 483- el departamento de aleaciones celebró una subida del 16% de la facturación -de 921 millones a 1.072 millones- y del 24% del Ebitda –de 104 millones a 129 millones-.
Los proyectos aprobados son la ampliación de tres hornos de refusión, la actualización de una línea de recocido y decapado, una línea de detección de defectos en las barras y la instalación de un segundo atomizador de polvos para la fabricación aditiva (impresión 3D). La empresa siempre dijo que se siente cómoda en sus niveles de inversión actual, que rondan los 200 millones de euros anuales, y que la deuda no es una preocupación.
Las medidas de eficiencia de Acerinox
En paralelo a la inversión, las medidas de eficiencia se diseminarán por la totalidad de la operativa de Acerinox. Según dijo en la nota, el plan operativo está basado en seis pilares: descarbonización, eficiencia, nuevos productos, productividad, calidad y compras. Con el objetivo de incrementar un 3,5% su rentabilidad, aboga por "mejorar la calidad y rendimientos de aceros de alto valor añadido".
Además, quiere optimizar el uso de la chatarra como su principal materia prima, así como las mezclas de materias primas de las que también se sirve. Entre otros aspectos, también defiende elevar la productividad gracias a la digitalización y reducir el consumo de energía para rebajar las emisiones de CO2 y aligerar costes.
En los últimos 15 años, Acerinox logró un impacto positivo de 311 millones de euros con este tipo de planes y ahora aspira a dar "un paso más", señaló consejero delegado de la cotizada, Bernardo Velázquez, en el último día del inversor.