La revolución tecnológica es una realidad y ha generado un cambio de paradigma en la industria que ahora mismo busca ser más competitiva y sostenible a través de la digitalización. Lo que actualmente reclama el sector industrial es, en gran parte, que las políticas industriales que incorporen criterios medioambientales de sostenibilidad tengan en cuenta dicha competitividad para poder alcanzar sus objetivos, tanto en las grandes empresas como en las Pymes. Así lo han explicado varios expertos de distintos sectores industriales clave en la economía española este lunes en la segunda mesa de la jornada empresarial Informe 'Siemens Xcelerator: Claves para acelerar la digitalización en sectores estratégicos', organizada por elEconomista.es.
El director general de Siemens Digital Industries en España y Portugal, José Ramón Castro, aseguró durante el coloquio que los retos a los que se enfrenta el sector industrial, en concreto el español, pasan, entre otros, por "recortar el tiempo de lanzar un producto al mercado o la gestión de cadenas de suministro". Reiteró que estos retos hay que afrontarlos con el objetivo de "hacer las industrias eficientes, sostenibles, flexibles y ágiles". El experto argumentó que es la única manera para que la industria incremente su peso en el PIB español, que actualmente está en el 12%.
En esta línea habló José López-Tafall, director general de ANFAC. El representante de la patronal automovilística recordó que el sector tiene como gran reto del sector, ya de por sí muy entrado en la digitalización, es trasladar eso a la creación de nuevos servicios. En cambio, aseveró que el componente de la competitividad está muy presente.
Desde Bruselas han puesto en marcha su 'green deal' en el cual en 2035 el Viejo Continente debe estar libre de emisiones. Un gran reto que atañe, en particular, a la industria y que necesita de la digitalización para que esto ocurra y se igualen al nivel de la industria de otras partes del mundo. "Nos han puesto a competir con empresas chinas y norteamericanas muy competitivas digitalmente y tecnológicamente", aseveró López-Tafall.
El director general de ANFAC reiteró que en materia de digitalización y medio ambiente "hay que tener una propuesta muy activa de incorporar eso a tu nueva cadena de valor. Sino todo este mundo competitivo te acaba penalizando. Es una carrera que no tiene final. Todas estas nuevas tecnologías digitales van a ser clave. Es importante que la política industrial lo incorpore a sus objetivos y se canalicen como tienen que ser. Necesitamos unas políticas industriales que tengan que tener un componente ambiental y no al revés", dijo.
Juan Antonio Labat, director general de FEIQUE, habló de que la industria "debe ser el eje de la política industrial de la UE". Recalcó que "estamos avanzando en el green deal y tenemos que avanzar en el industy deal para que hagan match". El experto recordó que la industria representa el 50% de la economía y genera el 35% del empleo.
Así, para poder solucionar esos problemas con la competitividad de otros países allende de la UE, Labat habló del pasaporte digital: "Un pasaporte digital que garantice que el producto es descarbonizado y circular, eso nos va a hacer competitivo. Una mascarilla cuesta 0,2 euros a un fabricante chino y a nosotros 1. Debemos tener un pasaporte digital que nos permita la trazabilidad de todo el proceso, eso hará que Europa sea competitiva produciendo limpio", aseveró.
Eduardo Cotillas, director I+D+I de FIAB, estuvo de acuerdo con sus compañeros de mesa y también lanzó al aire la necesidad de que, para que las políticas industriales funcionen, hay que simplificar los procesos de acceso a las ayudas. Recordó que la industria de la alimentación y las bebidas "es en un 95% Pymes y la digitalización es algo que nos ocupa y nos preocupa".
En este sentido, y al igual que el resto de sus compañeros de mesa, recalcó la necesidad de establecer una colaboración público privada para que la industria española no se quede atrás y se pueda igualar al resto de industrias del mundo.