
Aunque con meses de retraso frente a lo esperado, el Ministerio de Industria elevó el viernes a consulta pública el borrador de la primera línea de ayudas del Perte de descarbonización. En total, 1.000 millones de euros destinados a reducir las emisiones de la actividad manufacturera: 500 millones en subvenciones y otros 500 millones en préstamos que, a diferencia de anteriores convocatorias, dejan atrás el 0% de interés ante la subida de tipos del Banco Central Europeo (BCE) y se sitúan en el 2,88% para financiar casi todas las iniciativas vinculadas a los proyectos aceptados.
Según el orden de bases hecho público por el departamento que dirige Héctor Gómez, las empresas tienen ahora hasta el 10 de noviembre para presentar alegaciones a las líneas maestras de la primera parte que alcanzará los 3.100 millones de euros en sus diferentes apartados, que debería publicarse a lo largo de los próximos meses.
Esta primera convocatoria está distribuida en dos tipos de ayudas, las subvenciones directas y los créditos. A diferencia de lo que ocurrió en el resto de Pertes –a excepción ya de la segunda edición del Perte VEC- se acabaron los préstamos sin intereses. La subida del coste del dinero provoca que el propio Ministerio de Industria abandone los tipos del 0% para elevarlos al 2,88% que ya ofreció al sector del automóvil en verano. Estos instrumentos serán firmados a una década, con tres años de carencia y la posibilidad de refinanciar hasta los 15 años.
Más allá de la subida de los tipos, el retraso en la tramitación, impactada por las elecciones de julio, también reduce los plazos de las compañías beneficiarias para acometer inversiones. El texto deja claro que no serán financiables los trabajos realizados a partir del 31 marzo de 2026. Así, dejará con apenas dos años, siendo optimistas, para acometer los trabajos, pues la presentación de proyectos se alargará hasta entrado 2024.
Industria permite destinar las ayudas a contrataciones, I+D o inversión instalaciones
Pero pese a la limitación temporal, Industria sí ofrece la posibilidad de destinar las cantidades recibidas a casi todos los ámbitos vinculados con el proyecto de descarbonización: desde la contratación de personal a la adquisición de materiales, la investigación y desarrollo a las inversiones para adecuar las naves e instalaciones de las compañías. También permitirá gastarlo en consultoras para las iniciativas y estudios de viabilidad.
Sí puso cortapisas: prohibido contratar a consultoras para tramitar las ayudas con estos fondos y nada de adquirir equipamientos de segunda mano o realizar operaciones corporativas. "Los costes que no estén directamente vinculados a la consecución de un nivel más elevado de eficiencia energética no serán subvencionables", añade.
Industria permitirá financiar desde proyectos de investigación a desarrollos experimentales, planes de eficiencia energética o la instalación de autoconsumo. El máximo por empresa y proyecto será de hasta 35 millones de euros en las iniciativas de I+D, 30 millones en planes de eficiencia energética, 25 millones en desarrollos experimentales y solo 2 millones en instalaciones de autoconsumo sin baterías.
En el caso de las grandes empresas podrán optar a hasta un 60% del presupuesto en algunas iniciativas -el tipo medio ronda entre el 30% y el 40%-. El porcentaje escala hasta el 70% para las pymes, que generalmente siempre cuentan con mejores condiciones en los Perte.
A la espera de Arcelormittal
Más allá de la convocatoria de 1.000 millones, el Perte tendrá fondos por 3.100 millones. Hasta 450 millones están reservados para que Arcelormittal descarbonice su planta de Gijón y pase a trabajar con hidrógeno verde.
La firma ya ha comunicado que está dispuesta a aceptar la ayuda -que traerá una inversión privada de 1.000 millones-, pero contactada por este medio explica que sigue trabajando con el Gobierno "para tratar de asegurar un escenario de costes energéticos que permitan que la inversión sea viable".