Jorge Paradela (Sevilla, 1967) entró al Gobierno andaluz con el cartel de fichaje estrella. Una incorporación de relumbrón a la política desde la empresa privada, tras una carrera destacada como ejecutivo en Heineken y un fugaz paso por los despachos del Sevilla FC. Su consejería, la de Política Industrial y Energía, está en el centro de la 'revolución verde' andaluza. Su responsabilidad es la gestión de una auténtica avalancha de inversiones en renovables, el resurgir de la minería andaluza paralizada durante años por las consecuencias del desastre de Aznalcóllar y la maraña burocrática, y las nuevas oportunidades que se abren con el hidrógeno verde. Cuestiones de mucho peso al inicio de la legislatura pero que en cuestión de meses han pasado a asuntos de Estado por la coyuntura económica y geoestratégica mundial, y que abren nuevas posibilidades para Andalucía.
La Alianza Andaluza por el Hidrógeno Verde se ha lanzado con respaldo empresarial. ¿Cómo va a cambiar la industria andaluza esta energía?
Fue un éxito porque estamos hablando de más de 150 entidades adheridas a esa alianza que además echa a andar de inmediato, con tres grupos de trabajo que se ponen a funcionar después de Semana Santa. Esta energía va a cambiar la industria de tres maneras distintas: la industria que ya utiliza el hidrógeno, pero procedente de combustibles fósiles, se va a convertir en una industria mucho más limpia. Eso ocurre tanto en el Campo de Gibraltar como en el Polo Químico de Huelva, donde hay grandes consumidores de hidrógeno convencional. Muchas de las empresas van a poder transformar su negocio, por ejemplo produciendo fertilizantes o amoniaco, o metanol, a partir de renovables. Es una forma de cambiar tu enfoque de producto. Y en tercer lugar, la ambición que tenemos a medio y largo plazo es generar una nueva industria alrededor del hidrógeno. Ya hay fábricas de electrolizadores por ejemplo en Andalucía.
¿Va a ser un factor competitivo que dé ventaja a la industria andaluza para atraer inversiones?
La industria siempre ha ido donde hay energía a precios competitivos. Y dentro de las nuevas fórmulas del mix energético, el hidrógeno se considera la mejor vía para descarbonizar y hacer la transición de la industria pesada y en transporte de media y larga distancia, sea marítimo o terrestre. También para combustibles de aviación. Va a ser ventaja competitiva, un factor diferencia.
Cuando presentó la estrategia para aumentar el VAB de la industria andaluza hasta los 20.000 millones de euros hubo quien dijo: 'Ya está aquí otro consejero con su plan'. ¿Por qué su plan es distinto a otros tantos anteriores que fracasaron y no consiguieron elevar la aportación de la industria al PIB andaluz más allá del 13%?
(Rïe) Ese objetivo de alcanzar esos 20.000 millones de Valor Añadido Bruto en 2026 encierra un valor cualitativo aún más importante que el cuantitativo. Queremos hacer crecer la industria a una tasa superior a la de los últimos quince o veinte años en Andalucía. ¿Por qué creemos que lo vamos a lograr? Primero por el empeño que le ponemos como equipo. Pero también aludiría a las herramientas que estamos poniendo en marcha para el seguimiento de estos objetivos: hay objetivos claros, indicadores y cuadros de mando claros, y una cartera de proyectos de especial relevancia que seguimos de una manera muy estrecha. Además de un consejo de dirección que funciona de manera muy parecida al comité ejecutivo de una empresa. En el cómo está la confianza de por qué creemos que lo vamos a conseguir.
"Trasladar a la consejería criterios de gestión empresarial fue uno de los encargos del presidente"
Cuadros de mando, indicadores de seguimiento, cartera de objetivos … Son criterios de empresa aplicados a la política
Sin duda. Es uno de los encargos que me hace el presidente: tratar de trasladar criterios de gestión empresarial a esta consejería. Ese es el enfoque que conozco y que intento aplicar a todo lo que hacemos.
¿Por eso habían fracasado planes anteriores, porque no contemplaban esas herramientas y eran más declaraciones de intenciones políticas?
No me atrevo a opinar, pero para alcanzar algo hay que traducirlo a objetivos concretos y tener sistemas de seguimiento claro. Para mi es fundamental.
Ahora está lanzando planes para distintos sectores de la industria. ¿Son planes 'defensivos', para que las empresas puedan superar este momento de incertidumbre, o son expansivos?
Hablamos de 19 planes sectoriales que agrupan a 32 cadenas de valor. Se dan las dos situaciones. Para el aeroespacial, o la industria naval el plan es claramente de crecimiento, ofensivo siguiendo el lenguaje que usted indicaba. Sin embargo para otros sectores que están en un momento muy difícil que aún perdura como puede ser el del cemento, el de la piedra y el mármol, estamos hablando quizá más de planes de recuperación o defensivos.
"Vamos a impulsar la minería metálica para que crezca un 20% con absoluto respeto a la legalidad"
En noviembre pasado el presidente Moreno dijo que 2023 será el gran año de la minería andaluza. La CHG ya ha desbloqueado uno de esos proyectos eternos pendientes. ¿Cuándo irán saliendo los que dependen de la burocracia de la Junta?
En breve tendremos noticia sobre otro de los grandes proyectos. No es aún Aznalcóllar, pero se trata de un proyecto muy importante. Es básico actuar con pasos absolutamente firmes. Tenemos el afán de impulsar la minería andaluza, y en particular la metálica a la que queremos hacer crecer más de un 20% en esta legislatura. Pero tenemos que hacerlo con absoluto respeto a la legalidad.
¿Dónde debe poner el acento el próximo decreto de la simplificación administrativa?
La Consejería de Presidencia y Simplificación Administrativa va a hacer un esfuerzo muy importante a nivel tecnológico, con el uso de la IA y los datos. Eso está claro. Pero desde aquí ponemos el foco en cuestiones más mundanas, más cercanas. Como buscar la homogeneidad de criterios en la forma de tramitar en las ocho provincias, que no siempre está ahí. También eliminar duplicidades entre lo que exige la tramitación autonómica y la local. Sería importante. Y pensamos que se daría un gran salto si avanzamos en el terreno de la declaración responsable, que es un modelo más anglosajón si se quiere.
¿Tiene conocimiento de algún gran proyecto industrial, alguno en concreto, que se haya decidido por instalarse en Andalucía antes que en otros territorios por su estabilidad, diálogo social, clima favorable a empresas en cuanto a fiscalidad y burocracia, o eso son cosas de los argumentarios políticos?
Muchas veces los empresarios con los que hablo me piden agilidad en la tramitación. Y quizá una de las cosas más inteligentes que ha hecho este gobierno en la legislatura anterior fue crear la Unidad Aceleradora de Proyectos. Permite reducir los plazos de tramitación de manera muy significativa. Hay actualmente 122 proyectos en tramitación en esa unidad, la mayor parte de los cuales tienen que ver con esta consejería, con industria, energía y minas. Eso es muy importante. Los empresarios te dicen que consideran fundamental para localizar sus proyectos en Andalucía que se incluyan en esa unidad, porque ya se ha hecho un nombre, y de hecho la están incorporando otras administraciones con un enfoque similar. Sí que hay iniciativas concretas que están considerando Andalucía por primera vez por estas circunstancias. Citaría como ejemplos el proyecto de Maersk, o la posible ubicación de centros de datos.
Apenas hemos tenido que ver con el diseño de los Perte. Los empresarios dicen que su impacto está siendo limitado
¿Están siendo los PERTE el estímulo que necesita la industria andaluza?
Lo dicen los empresarios: el impacto está siendo hasta ahora limitado. Tenemos la esperanza de que cambie, y un elemento fundamental sería contar con una mayor participación de las comunidades autónomas en su diseño y en su gestión.
Pero el Gobierno central insiste en que se han elaborado desde la gobernanza, como ha insistido estos días Nadia Calviño desde Cádiz.
Apenas hemos tenido nada que ver con el diseño de los se han anunciado hasta ahora. El PERTE de la descarbonización, que es amplio, incluye algunos sectores que reclamamos desde Andalucía al Gobierno de España, aunque siguen quedando fuera otros esenciales como la industria extractiva, la piedra y el mármol y el frío y climatización industrial, cuando además estos dos últimos contribuirían a la descarbonización de la edificación.
¿Cómo valora la situación de la industria de la cogeneración, con sectores tan afectados en Andalucía como el de las orujeras?
Cuando acudimos a reuniones sectoriales con los ministerios con los que coincidimos en competencias, que son Transición Ecológica e Industria, procuramos ir siempre bien documentados y con propuestas concretas. Fuimos una de las comunidades que solicitó la inclusión de la cogeneración en el Mecanismo de Excepción Ibérica y fuimos quizá la única que solicitaba ayudas directas para sectores especialmente afectados por la crisis energética. Precisamente las dos industrias que poníamos como ejemplo eran la del orujo y la de cerámica roja. El Gobierno a final de año, el 28 de diciembre, anunció esas ayudas pero se marcaba un plazo de seis meses para el desarrollo de las bases reguladoras. Y aún no las tenemos. Se tardó en atender la petición y ahora estamos pendientes de esas bases para que de verdad puedan hacerse efectivos esos apoyos.
¿Se está menospreciando el potencial de la biomasa, con la fotovoltaica acaparando las inversiones?
Al final hablamos de un mix energético que va a ir evolucionando, y es cierto que la fotovoltaica ha dado un salto muy importante en eficiencia y productividad y por eso está adquiriendo tanto protagonismo. A futuro seguiremos hablando de una combinación de energías. La biomasa tendrá su papel. Andalucía tiene un liderazgo en biomasa y nos alegraría que fuera a más. Y se verá acompañada de otras fuentes energéticas, y no me refiero ahora al hidrógeno verde sino al biogás y el biometano. El mix va a seguir cambiando.
Hay quien mira los parques fotovoltaicos que se están instalando y opina que esa no es la sostenibilidad que se quería, por su impacto paisajístico. ¿Qué tiene que decir el consejero ante la resistencia de algunos alcaldes y organizaciones al modelo de desarrollo de las renovables?
Tenemos que hacer más comunicación y pedagogía. Si finalizara con éxito todo lo que hay en tramitación, ocuparían un 0,7% de la superficie de Andalucía y un 1,5% de la superficie cultivable. Pero es que eso no va a ocurrir. En el hito medioambiental del 25 de enero, un 23% de la potencia en tramitación no pasó los filtros y decayó. Siempre me gusta explicar que el proceso de tramitación es extremadamente garantista y transparente, y que incluso en Andalucía exigimos requisitos que no se piden en otras comunidades en la parte medioambiental. A los ayuntamientos hay que explicarles bien los beneficios que puede reportar la renovable para su localidad. Se puede llevar más potencia a un polígono industrial, o fomentar comunidades energéticas, o fórmulas para rebajar la factura de los vecinos en situación más desfavorecida, e ingresos vía impuestos. Generaciones anteriores se tuvieron que acostumbrar a impactos visuales de otra índole: un trazado de ferrocarril, una nueva carretera o un tendido eléctrico. Estoy convencido de que también nos iremos habituando a estos elementos nuevos en el paisaje. Pero siempre teniendo presente cómo se tramitan las cosas, lo que permite compatibilizar desarrollo económico y medioambiente. Esa es nuestra obsesión.
"El momento macroeconómico y geopolítico debe hacernos revisar decisiones en torno a las nucleares"
¿Le gustaría que hubiese proyectos de centrales nucleares en Andalucía?
No dedico tiempo a debates que no están a mi alcance. Pero sí pienso que el momento macroeconómico y geopolítico, con la guerra de Ucrania, debe invitarnos a reflexionar sobre si es el momento de agotar las centrales nucleares actualmente en funcionamiento y llevarlas a su fin. Es algo que yo revisaría.
¿Qué es más duro, la política, el mundo del fútbol, o una empresa cervecera?
Cada rosa tiene su espina. He tenido la suerte de trabajar en un sector maravilloso como es el cervecero durante veinte años; de trabajar en el equipo de mis amores durante un año; y ahora de contribuir a la transformación de Andalucía, que me parece apasionante.
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