
Los precios desbocados del gas no sólo están multiplicando los costes de los fabricantes azulejeros de Castellón. También sus efectos están llegando a uno de sus mayores proveedores, la industria de esmaltes, fritas y colores cerámicos. El mayor productor mundial del sector, el grupo castellonense Altadia formado a partir de Esmalglass, ha visto como Moody's ha deteriorado la perspectiva del rating de su deuda de estable a negativa.
La agencia de calificación basa esta decisión en "el aumento de los riesgos de recortes de producción en los sitios de producción de Altadia o de sus clientes como resultado de los altos costos sostenidos de energía", según el comunicado en el que anuncia esta rebaja. Moody's mantiene su calificación de B2 para la deuda de Altadia, que fue adquirida por Carlyle a finales del año pasado y que formalizó una operación financiera de 1.200 millones de euros para afrontar una compra valorada en 1.900 millones.
"La compañía utiliza gas natural para sus hornos en el proceso de producción, que no puede sustituir en el corto plazo, aunque se beneficia de coberturas sobre parte de su exposición de gas natural en Europa a un precio favorable en comparación con los precios actuales del mercado europeo", señala el análisis de la firma de rating financiero.
"Moody's espera que la crisis energética en Europa, donde Altadia genera la mayoría de sus ventas, junto con una alta inflación y tasas de interés más altas, reduzca la demanda de sus productos en 2023, presionando las ganancias", explica la agencia, que había puesto en revisión las calificaciones de varios fabricantes químicos por el aumento de los costes energéticos.
Según revela el comunicado de Moody's del pasado 6 de octubre, Altadia generó unos ingresos de alrededor de 1.100 millones de euros y un ebitda "definido por la empresa" de 196 millones de euros durante los últimos doce meses finalizados en junio de 2022.
La agencia también destaca que pese a esa coyuntura Altadia cuenta con ventajas como el recorte de costes que se generarán con la integración de la antigua división cerámica de Ferro, también centralizada en Castellón y que se ha rebautizado como Younexa. Antes del verano de hecho esa filial cerró un acuerdo con los sindicatos para ajustar la plantilla al abandonar las instalaciones que Ferro mantiene en Almazora.
La alternativa de producir fuera de Europa
Pero además, Moody's apunta la posibilidad de que el grupo dueño de empresas como Esmalglass, Itaca, Fritta, Quimicer o Endeka pueda deslocalizar producción a países donde el gas es más barato ante la menor competitividad. "Altadia tiene una huella de fabricación global y puede, en cierta medida, trasladar su producción europea, ubicada principalmente en España, a otros países con costes energéticos más bajos", señala el texto de los analistas de la agencia.
El gigante castellonense está presente actualmente en 19 países entre los que se encuentran los principales polos de producción de cerámica, con 51 instalaciones y más de 3.600 empleados.