
Cada vez que una industria bien situada cierra en Cataluña, un operador logístico se ofrece para reconvertirla en almacén, y ante la dificultad de encontrar relevos productivos, suelen acabar llevándose el gato al agua.
El ejemplo actual más relevante es la reindustrialización de las plantas de Nissan, que está suponiendo un verdadero quebradero de cabeza para la Generalitat y el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona (CZFB), propietario de los terrenos donde se establecía la factoría de la firma japonesa.
A un proceso de largas reuniones y candidaturas para reindustrializar la factoría, se le ha unido recientemente un concurso para buscar una compañía, preferentemente un operador logístico, que quiera operar esos terrenos y desarrollar un centro logístico de grandes dimensiones en una de las zonas más cotizadas de toda Catalunya.
Según la información aportada por el CZFB, una única empresa adjudicataria deberá gestionar todas las instalaciones y sus diferentes inquilinos y deberá pagar, como mínimo, 12 millones de euros anuales de alquiler en un contrato con una duración mínima de 50 años prorrogables hasta 20 años más.
El plazo para presentar ofertas debía terminar el 15 de agosto, pero tras el alud de preguntas de los interesados se ha retrasado hasta el 16 de septiembre. El objetivo final es la creación del D-Hub, el proyecto productivo de vehículos sin emisiones impulsado por QEV Technologies, Btech e Improva y apoyado por la mesa de reindustrialización. También se ubicará una planta del fabricante eléctrico Silence.
Con todo, parte de las instalaciones se reconvertirán para fines logísticos, algo que se está volviendo habitual en Cataluña durante los últimos años para solventar uno de los problemas de la región: la escasez de suelo logístico en comparación con la demanda.
Barcelona y sus alrededores son una de las zonas más atractivas de España para los operadores logísticos. Su cercanía con el puerto, el resto de Europa y la Península convierten esta zona en una localización muy codiciada. Es por eso que este año, según datos de la consultora CBRE, y pese a la inflación y la crisis, se cerrará con la contratación de unos 800.000 metros cuadrados, cifra que mantiene una tendencia positiva de siete años. La inversión, según sus datos, será de 220 millones de euros, un 1,3% menor a la del año pasado, pero la segunda mejor de la última década.
Desde la consultora inmobiliaria alertan de que la disponibilidad logística de Catalunya está llegando a sus "mínimos", lo que provoca una subida del precio del alquiler, que alcanza los 7,50 euros por metro cuadrado al mes, y que se están disparando las operaciones en naves multinivel -para ganar metros cuadrados en altura- y las operaciones "llave en mano".
"No se dan más operaciones logísticas en Cataluña porque no hay disponibilidad"
Asimismo, están ganando popularidad las reconversiones de naves industriales en desuso, que han acumulado cientos de miles de metros cuadrados a través de los principales operadores en los últimos dos años. "No se dan más operaciones logísticas en Cataluña porque no hay disponibilidad", argumenta para elEconomista.es David Oliva, director de Industrial y Logistics de CBRE Barcelona.
Según explica Oliva, "como hay una alta demanda de espacios logísticos, se dan las tendencias de naves multinivel y de reconversión de activos industriales en desuso en un radio de hasta 40 y 50 kilómetros de Barcelona porque son ubicaciones muy buenas y atractivas para la logística de última milla, vinculadas al comercio electrónico".
Precisamente, uno de los gigantes globales del comercio electrónico es uno de los protagonistas de varias de estas reconversiones. Amazon estableció ya en 2017 un centro logístico de 50.000 metros cuadrados en la antigua nave de New Pol, un fabricante de lavadoras, en Martorelles, nave promovida por Segro, y posteriormente se ha ubicado en más empazamientos que antes eran factorías.

"La reconversión de industrias cerradas en logística es una tendencia a nivel español, pero se ven más casos en Cataluña por su elevado peso industrial", apunta Oliva, que además explica que no solo se reconvierten espacios industriales en logísticos, sino que también se actualizan centros logísticos antiguos.
"El caso más claro es el de la base logística de El Corte Inglés en La Bisbal del Penedès, que vendió en 2021 a la multinacional inmobiliaria Panattoni", dice Oliva. "La cadena compró la parcela de 230.000 metros cuadrados con la intención de crear uno de los parques logísticos de mayor capacidad de Catalunya", añade.
Según Pere Morcillo, Head of Industrial y Logistics Spain de Cushman & Wakefield, "continuaremos viendo muchos ejemplos de conversión industrial a logística porque es muy difícil generar suelo en el área de Barcelona".
Entre las zonas favoritas por los operadores para reconvertir naves industriales en espacios logísticos están el Vallès Occidental y el Vallès Oriental, comarcas cercanas a Barcelona. "Son, junto al Baix Llobregat, de las áreas más industrializadas de España".
El grupo inmobiliario Segro ha sido uno de los más activos en la compra de solares industriales clausurados en Cataluña para apostar por la logística. También Goodman ha promovido varias operaciones, a las que hay que sumar otras de compañías como Noria o BentallGreenOak.
Para saber más, revista Catalunya