
Dos años después del expediente de regulación de empleo (ERE) que dejó a más de 2.500 trabajadores de Nissan sin empleo, la reindustrialización de la planta de Zona Franca (Barcelona) es ya una realidad. Aunque todavía no hay un operador para la totalidad de los terrenos, el fabricante de motos eléctricas Silence firmó este viernes el contrato para alquilar 61.078 metros y contrató a los primeros nueve empleados de la marca japonesa.
De la mano de la compañía dirigida por Carlos Sotelo, la propia Nissan selló el mantenimiento del Centro Técnico que seguirá en su ubicación actual con el Consorcio de la Zona Franca, el propietario de los terrenos. Ocupará hasta 38.438 metros cuadrados y emplea a 287 personas.
Sin embargo, queda todavía camino para que la reindustrialización de la instalación catalana sea completa. El Consorci todavía busca un operador que se quede con la totalidad de la instalación (más de 500.000 metros cuadrados). Cuando lo encuentre, le subrogará ambos contratos.
Fuentes de la institución explican que debido a las consultas recibidas por parte de potenciales inversores se decidió prorrogar el plazo para presentarse al concurso. Si la fecha límite era el 15 de agosto, se alargará hasta el 15 de septiembre para poder dar respuesta a las dudas con más agilidad fuera del periodo vacacional.
Será este operador el que deberá luego alquilar los terrenos a, en principio, el hub de descarbonización, el gran favorito para quedarse con la fábrica.
"Pondremos todo nuestro esfuerzo para que el proceso sea lo más rápido posible y con totales garantías legales", aseguró el delegado especial del Estado en el Consorci, Pere Navarro. Mientras, el consejero delegado de Silence, Carlos Sotelo, expresió su satisfacción por ser "la primera compañía que contribuirá a la reindustrialización y a la creación de empleo en la Zona Franca".