
Ingenico es una compañía global líder en pagos integrales. Ofrece soluciones inteligentes para facilitar las transacciones en el comercio a través de todos los canales, ya sean puntos de venta físicos, digitales o móviles. Un sector que durante la crisis provocada por el coronavirus ha visto los cambios que se han producido en los hábitos de compra de los consumidores. David Valero es el director general de la división Entreprise Retail de la compañía.
¿La pandemia va a suponer el final del dinero en efectivo?
La pandemia ha acelerado una tendencia que ya existía, que es el uso cada vez más importante de dinero electrónico, que habitualmente asociamos a las tarjetas, pero hay otros métodos que cada vez ganan más importancia, como puede ser Bizum, el pago con smartphone... Pero hay colectivos con menor nivel de aceptación de la tecnología y menor nivel de bancarización, como pueden ser los mayores de 64 años, o incluso los menores de 18, que siguen utilizando mucho el dinero en efectivo. En definitiva, es un fenómeno imparable, pero no creo que se acabe definitivamente con el dinero en efectivo.
¿Cómo les afecta el auge del comercio online?
Nos viene muy bien. Hay quien puede pensar que Ingenico solo vende terminales, y que este fenómeno podría ser malo para nosotros, pero eso está lejos de la realidad. Ingenico es un proveedor de cadena completa del pago electrónico. El terminal es lo que uno ve, pero detrás hay un procesamiento de esas transacciones, tanto en la tienda como online, y además es ahí donde más valor añadido podemos ofrecer al cliente, incluyendo seguridad, financiación del pago o conversión digital, por ejemplo. Tenemos una presencia muy fuerte en las tramitaciones de transacciones online.
¿Y cómo les ha afectado la crisis a nivel de volumen de negocio?
El volumen ha caído, porque en nuestro negocio, cuantas más transacciones se producen más tráfico y más ingresos supone para nosotros. Cuando cae el negocio, caen nuestros ingresos. A nivel global, los ingresos de la unidad de Retail de Ingenico han caído un 14% en el segundo trimestre. Es bastante menos de lo que esperábamos, porque nos ayuda el hecho de que hay muchos clientes que se han dado cuenta de repente que necesitaban una solución para su comercio online, porque sus clientes se lo estaban demandando. Y también por el e-commerce, que nos ha permitido compensar un poco la caída de en las tiendas físicas.
¿Se notó el efecto de la subida del límite de los pagos con tarjeta sin tener que meter el PIN a 50 euros?
Es difícil discernirlo del aumento puro del pago contacless, que es una tendencia que ya estaba muy presente en el mercado. Aumentar el límite ha generado algo más de tráfico, pero el cliente que realmente quiere pagar en contactless paga en contactless, independientemente de que tenga que meter luego el PIN o no.
¿Hay mucha gente preocupada por la seguridad en el pago en el contactless?
No hay ningún método de pago que sea 100% seguro, pero con el contactless hay aspectos que son incluso más seguros que con los métodos de pago anteriores. En definitiva, todas las formas de pago tienen algún nivel de inseguridad, pero no le veo menos seguridad que a otros métodos de pago.
¿Está ya toda España preparada para el pago con tarjeta? ¿O aún hay brechas, ya sea por la región, el sector de negocio o el tamaño del comercio?
Desde que salieron las tarjetas, y hasta hace unos pocos años, aún había gente y comercios reticentes a utilizar datáfonos para que la gente pudiera pagar con tarjeta. Esto se debía a dos razones, principalmente: por la falta de demanda por un lado, o porque los esquemas de comisiones fijas echaban atrás a muchos comercios, sobre todo en los que hacían ventas de menor cuantía. Pero esto ya no pasa, primero por la demanda, que ha aumentado mucho, y muy pocos negocios están dispuestos a perder una venta por no contar con un datáfono. Pero también porque los esquemas de comisiones fijados por los bancos han bajado mucho los costes fijos.
¿Qué tendencias prevén en el campo de las formas de pago en los próximos años?
Nosotros vemos tres grandes tendencias. La primera es reducir la fricción en el momento de pago, es decir, que sea muy rápido, que sea muy dinámico y que el usuario cuente con todas las facilidades posibles. Ligado a eso también está la movilidad en la tienda, porque se ha acabado eso de hacer cola para pagar en una caja. Una demanda cada vez más habitual de nuestros clientes es que el pago pueda hacerse desde cualquier lugar de la tienda. La segunda tendencia que vemos es aprovechar el momento del pago para fidelizar al cliente. Para ello, lo que estamos empezando a trabajar es un sistema que cuando pagas con el smartphone el terminal detecte el teléfono y te envíen automáticamente una tarjeta de fidelización al móvil, que el cliente debe aceptar. Y la próxima vez que vas a comprar, el terminal detecta ese cupón de fidelización y te ofrece el descuento automáticamente, sin tener que acordarte de sacar una tarjeta o un cupón de papel. En este sentido, también hay que añadir más valor al proceso de pago, por ejemplo, permitiendo microdonaciones en el momento del abono. Y en tercer lugar, está la unión entre el mundo offline y online, y dar esa experiencia omnicanal también desde el punto de vista del pago. Es decir, que empieces a hacer una compra de forma online, vayas a la tienda, añadas alguna cosa más, y hagas el pago conjunto.
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