
La teoría en la que se basan los fondos de retorno absoluto es muy bonita: preservar el capital y ganar dinero cuando el mercado cae. Pero en la práctica, la realidad es que son pocos los que consiguen aplicar ese enunciado. De los 3.918 fondos (incluyendo las diferentes clases) que Morningstar engloba bajo la categoría de alternativos solo 1.095, el 28% del total, logran aguantar con rentabilidades positivas este 2018 que está dejando pérdidas tanto para los inversores más conservadores, que lo apuestan todo a la renta fija, como para los más arriesgados, que invierten su capital en acciones
Y si esta foto se realiza solo teniendo en cuenta a los fondos españoles el resultado es mucho peor, ya que solo dos de los 136 productos made in spain que se incluyen en la categoría de retorno absoluto salvan el tipo. No es de extrañar, por tanto, que estos productos acumulen ya reembolsos en el año por valor de 5.900 millones de euros y que el 20% de ellos se produjeran solo en el mes de octubre, el periodo en el que precisamente más habrían podido despuntar.
¿Qué explica este decepcionante resultado? Una explicación es que, a diferencia de lo que ocurría en el pasado, cada vez quedan menos activos que sirvan para descorrelacionar las carteras ya que la política monetaria laxa llevada a cabo por parte de los bancos centrales, con tipos al 0% y programas de compras de deuda, ha traído consigo una inflación en los precios de todos los activos provocando que éstos cada vez estén más correlacionados entre sí. Tanto que, según Amundi, este año solo el 23% de los activos (analiza un total de 26) aguanta con rentabilidades positivas. Para situar esta cifra tan baja en contexto hay que recordar que en 2008, el año de la quiebra de Lehman Brothers y en el que las bolsas llegaron a caer cuatro veces más de lo que caen este año, consiguieron aguantar en positivo el 42% de los activos.
De hecho, el comportamiento que han tenido los fondos de retorno absoluto, a los que cada vez acuden más inversores sobre todo conservadores como alternativa a la defenestrada renta fija tradicional -según un Barómetro de Natixis este tipo de productos ya supone el 16% de sus porfolios- durante este año y 2008 puede servir para desgranar aquellos que logran su objetivo de ganar cuando todo cae de los que tienen de retorno absoluto el nombre del fondo y poco más. Pues bien, de los 95 fondos que cuentan con al menos 10 años de vida y que, por tanto, han vivido las dos grandes crisis de mercado de esta década, solo siete han sorteado sendos complicados ejercicios con ganancias o, al menos, planos.
Las mejores opciones de 2018
Dentro de ese selecto grupo, el que mejor comportamiento está teniendo en el año es Cygnus Utilities Infras&Rnwbls A USD Acc, un fondo español gestionado por Juan Cruz y Alejandro Vigil que invierte en el sector de las infraestructuras y las energías renovables de Europa y que cumple con un objetivo de generar una rentabilidad anualizada del 10%. Le sigue en la lista Robeco QI L/S Dynamic Duration DH $, ya que se anota un alza del 8% siguiendo una estrategia long/short en renta fija corporativa, una de las categorías que más está sufriendo este año y que más se espera que sufra de cara a 2019, según se recoge en la última encuesta a gestores de Bank of America Merrill Lynch.
El fondo en cuestión, gestionado por Olaf Penninga y que también salvó 2008 con ganancias del 10%, persigue obtener un rendimiento 150 o 200 puntos básicos superior al tipo de interés del mercado interbancario aplicando un modelo cuantitativo que trata de predecir la dirección del mercado de bonos. En concreto, según explica Robeco, "se trata de replicar el cash por medio de bonos flotantes y, por otra parte, usa futuros para ponerse largo o corto en duración", ya que defiende que la clave para obtener rentabilidad en renta fija es la gestión de la duración.
La misma estrategia es la que sigue Schroder ISF Strategic Bd C Acc USD, cuarto en el ránking que este año se anota un 5% y que cuenta con una cartera de lo más diversificada. De hecho, tiene cerca de 400 líneas de crédito y sus diez primeras posiciones apenas ocupan el 16% de su cartera.
En la actualidad este producto concentra su estrategia en los sectores industrial y financiero además de emisiones ligadas a hipotecas de duraciones muy cortas (el 60% de su cartera en emisiones con vencimientos inferiores a los 12 meses) para reducir así el riesgo a una subida de tipos de interés.
Entre los últimos movimientos que han llevado a cabo en la cartera, está el cierre de la posición larga de bonos españoles vs bunds por "el impacto de contagio que puedan tener los bonos españoles de Italia", según explican sus gestores, Bob Jolly y Paul Grainger; la recogida de beneficios que han realizado en deuda high yield de EEUU; el inicio de una posición larga de libra contra el dólar o la reducción de su posición corta del euro en su cruce con el franco suizo.
Muy diferente es el universo de inversión que sigue el tercer fondo de retorno absoluto más rentable del año, de entre los que además consiguieron despedir 2008 con ganancias. Se trata de un clásico: Amundi Fds Absolute Vol Wld Eqs AU-C, cuya rentabilidad aumenta a medida que lo hace la volatilidad del mercado. En concreto, según la firma, "invierte en instrumentos financieros derivados relacionados con índices de renta variable para aprovechar los niveles de los movimientos al alza y a la baja de los mercados de renta variable a lo largo del tiempo". De ahí que en los últimos años, en los que la volatilidad ha brillado por su ausencia, se haya mantenido muy por debajo del mercado. Aunque esa suerte parece haber cambiado, ya que gracias a su buen comportamiento del último mes este año sube un 5%.