Firmas

La legislatura de los 175 votos y el Congreso más radicalizado

Vista del Congreso durante la sesión constitutiva de este martes. Foto: EFE

La votación que ha hecho presidenta del Congreso a Meritxell Batet es la que marca la cifra en la que se moverá esta decimotercera legislatura recién inaugurada: 175. O mejor dicho aún: 175 frente a 175. Incluso cabe una subdivisión más ajustada a lo que vamos a ver durante los próximos años: 175 frente a 125, 24 y 26 por separado. El bloque que ha apoyado la elección de Batet está formado por PSOE, Podemos, PNV, PRC y CC. En directo | Así ha sido la sesión constitutiva de las Cortes.

En estos partidos tendrán su previsible apoyo, negociado y bien exprimido, los proyectos de ley que presente el ejecutivo en el parlamento. La oposición fiable será la de los 125 diputados de PP, Ciudadanos y Navarra Suma. La más extrema la llevarán los 24 de Vox, y la imprevisible será la que llevan a cabo los 26 que representan a partidos independentistas y nacionalistas: ERC, JxCat y Bildu. Éstos son los que más deben intranquilizar al presidente del gobierno, que gracias a la alianza que parece haber tejido no tiene aún la investidura garantizada, pero está a un milímetro de lograrlo. Será por tanto un gobierno en minoría, con una muy elevada fragmentación del Congreso que provocará inestabilidad, pero una inestabilidad controlada por el gobierno.

Las imágenes habituales en las últimas legislaturas han vuelto a ser buscadas y publicadas. No hay nada como el afán por tener notoriedad y menos aun como el afán por trasladar naderías. Abascal ha madrugado para poder ser fotografiado detrás del gobierno, con su imagen pegado a la nuca de Sánchez. Magro triunfo ya que la distribución de escaños colocará a su grupo donde corresponda. Se han exhibido camisetas con fantasmitas multicolores en la perenne intención de salir en el plano sin que la mayoría de los televidentes sepan a qué obedece su reivindicación visual. Y se han empleado las más provocadoras fórmulas de acatamiento que hacen cada vez más ultrajado el solemne momento del juramento o promesa (y obligatoriamente legal). Se han realizado golpes premeditados para impedir que se oyeran las diatribas independentistas, para ahorrarles a los españoles que se escucharan en el hemiciclo las frases antiespañolas y claramente inconstitucionales que han empleado los parlamentarios separatistas para asumir la Constitución del país del que son ciudadanos muy a su pesar. La imagen es muy triste y augura un período radicalizado en el legislativo, una tormenta permanente que los españoles sufriremos día tras día hasta las próximas elecciones.

Y sobre todo, hemos podido ver a los procesados en el juicio por el proceso separatista, moviéndose libremente por el hemiciclo del país que les reprime con la violencia y empeño que tanto denuncian. Jordi Sánchez ha departido con Pablo Iglesias e incluso han intercambiado sus teléfonos, Oriol Junqueras ha charlado libremente con el presidente del gobierno sentado en su escaño azul, y luego ha conversado amigablemente con Aitor Esteban, con quien debe compartir muchas cosas. Aparentemente la represión se ha suavizado mientras los diputados han estado en sede parlamentaria, que es sagrada y ni siquiera ellos pueden profanar. Han podido grabar videos propagandísticos haciendo proselitismo de aquello que precisamente les ha llevado al banquillo de los acusados. Ese será su juego durante los próximos años, seguir utilizando los resortes del Estado para socavar al Estado.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky