
Mientras Pedro Sánchez deshoja la margarita de las elecciones, en el Grupo Parlamentario Popular son muchos, y significados, los que no comparten la euforia de su jefe de filas y portavoces, y temen que una convocatoria a las urnas en abril o mayo les pille con el pie cambiado y los cordones sin atar. "Las heridas de las primarias no se han cerrado y el efecto Casado no se nota", comentaba un ilustre diputado con años de legislatura en sus espaldas.
A Casado "le sobra entusiasmo y le faltan tablas y poder de convicción más allá de su auditorio" apuntaba otro de los 'viejos rockeros' del PP, quien explicaba que la nueva dirección ha marginado al núcleo duro de los que apoyaron a Soraya Sáenz de Santamaría y aventuraba que las deserciones de Bauzá o las de los hermanos Nadal, que han pedido plaza en oficinas comercial, "no serán las únicas. A este respecto se comentan las ausencias parlamentarias de García Margallo o el papel irrelevante al que han relegado a algunos exministros.
"Ese El PP ha vuelto que a la hora de la verdad parece traducirse en un Aznar ha vuelto"
Pero no son sólo razones personales. Con un programa que en materia económica y fiscal, educativa, territorial, judicial y de seguridad se enmarca dentro de los cánones del liberalismo ideológico y el individualismo sociológico, en clara competencia con el ideario que inspira a Ciudadanos, los contenidos de las intervenciones públicas de Pablo casado y su guardia pretoriana con García Egea a la cabeza tienen un acentuado sabor a 'vintage', en línea con el eslogan de la reciente convención del partido. Ese El PP ha vuelto que a la hora de la verdad parece traducirse en un Aznar ha vuelto.
Las críticas, más o menos veladas, de barones como Núñez Feijóo o Juan Vicente Herrera son compartidas por destacados dirigentes y parlamentarios, especialmente en Madrid donde reconocen estar "muy preocupados" por el crecimiento de Vox, mientras consideran un error competir con el partido de Abascal por el electorado más a la derecha mientras se abandona el espacio de centro que es la mayoría sociológica del electorado y quién decide los gobiernos.
Así, y más allá de los destellos de la presidencia de Juanma Moreno en Andalucía o de la concentración del domingo en la Plaza de Colón, en el PP son cada vez más quienes temen, avalados por los resultados de algunas encuestas, que el 'sorpasso' de Ciudadanos en las urnas empieza sea ya más que posible, "probable o muy probable".