
Tras casi 7 años con los tipos de interés congelados en niveles del 0-0,25%, la Fed ha subido los tipos de interés 25 puntos básicos en su última reunión del año, como esperaban los mercados.
Estados Unidos lleva con los tipos en el 10 % desde diciembre de 2008. Los movimientos de otros países hicieron que se entrara en una coyuntura única, la confluencia de tipos cercanos al 0% en las principales economías mundiales: Japón (0,10), Zona Euro (0,05 desde el 2014) o Suiza, con tipos negativos. De hecho la economía desarrollada con tipos más altos es el Reino Unido, con tan sólo un 0,50%.
En esta circunstancia anómala, una subida de tipos en una economía estable actuará de imán, desplazando inversiones al país que lo haga y fortaleciendo su moneda, y esto es lo que ocurrirá en Estados Unidos. Los primeros afectados serán los países que utilizan el dólar para financiar inversiones de forma más barata como ocurre con naciones iberoamericanas (Brasil la más importante) e incluso fuera del continente (Turquía). Estos países verán cómo financiarán más caro en un momento dudoso para muchos países por el menor peso de las exportaciones y el precio inferior de las mismas. Pero también Europa y España verán cambios importantes.
Este movimiento de dinero hacía el billete verde debilitará el euro. En un principio es asumible, facilitará exportaciones mientras que perjudica las compras. De todas ellas una de las principales partidas es el petróleo, pero si continúa el precio bajo se amortiguará el impacto. Pero Europa no puede dejar al euro deteriorarse sin realizar movimientos muchos meses, por lo que también se verá abocado a mover tipos al alza, y para ello, se necesitan despejar dudas y que la economía europea crezca a buen ritmo antes.
En definitiva, con esta subida de tipos en Estados Unidos, veremos en España cómo pueden surgir problemas en países iberoamericanos -principalmente Brasil- donde muchas grandes empresas tienen inversiones, nos costará importar más caro y el efecto de un petróleo más barato no lo notaremos a la hora de repostar por un dólar más caro pero también que arranca un proceso que llevará a en el medio plazo, con crecimiento global, se suban los tipos de interés. Una subida que notaremos antes en el Euribor.
Las autoridades chinas han reconocido que los incrementos de la Fed aumentarían la presión sobre el yuan, provocando salidas de capital; la economía china necesitará nuevas medidas expansivas, como el recorte de la ratio de reservas obligatorias para dar impulso a una economía renqueante. Pese a los problemas de China, es el país emergente mejor posicionado para enfrentar un shock tras la subida de tipos en EEUU, el gigante asiático cuenta con el menor nivel de deuda externa con respecto a otros países emergentes -sólo el 16,2% de su PIB, de la cual sólo el 8,4% está denominada en dólares-, cuenta además con 3,5 billones de dólares en reservas y un superávit por cuenta corriente, entre otros factores.
Otros emergentes, como México, India o Brasil cuentan con una mayor deuda externa -entre el 20 y el 25% de su PIB- lo que podría hacerles ligeramente más vulnerables a esta subida de tipos de interés. Con este encarecimiento del dinero por parte de la Fed, el dólar debería continuar con su escalada alcista, suponiendo un problema para toda la deuda extranjera denominada en dólares estadounidenses.
Las necesidades de financiación de los grandes países emergentes son menores a las registradas hace unos años, con algunas excepciones, como Rusia o Brasil, los dos BRIC que han perdido el grado de inversión y cuya deuda es considerada "basura" o especulativa por parte de las principales agencias de calificación.
Entre los 10 países emergentes más importantes, sólo dos requieren más del 2% de su PIB en financiación: Sudáfrica y Turquía. Entre los emergentes más pequeños, los más vulnerables son Georgia, Kenia, Líbano, Serbia y Ucrania.
¿Cuál será la subida de tipos? Se especula con que la Fed podría llegar a subir 100 puntos básicos lo tipos de una manera paulatina, se espera un ciclo de subidas de tipos de interés más pausado y con un nivel de llegada inferior al de anteriores fases de endurecimiento monetario de la Fed. Además esto dependerá de los efectos de una potencial ralentización y una apreciación del dólar frente a otras divisas.