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El año del 5G en España

  • El 3G fue un logro europeo. el 4G americano y el 5G es probable que sea chino
  • El principal escaparate del 5G en España será la Eurocopa 2020
Prueba de velocidad de banda ancha móvil.

Precedido de mucha expectación y de infinidad de mensajes en torno a sus funcionalidades y potencialidades en la cultura de la conectividad permanente, 2020 debe ser el año en que 5G, el próximo estándar de comunicaciones móviles, mostrará, de manera no obstante progresiva y parcial, a un público cada vez más numeroso y bastante más heterogéneo que el asociado hasta ahora a la masificación del móvil como herramienta de comunicación personal.

En la actualidad existen redes que ya ofrecen servicios de 5G (en España, en ciertas zonas de algunas poblaciones, Vodafone), no obstante la escasez de dispositivos asequibles, cuyos rendimientos se aproximan a los de WiFis más potentes, con velocidades excepcionales de descarga en torno a 600 Mbps, todavía lejos del esperado 1 Gbps que hará prácticamente imperceptible la latencia del tráfico de datos.

En realidad, en 2020, centrados en España, deben cumplirse varios hitos para que la oferta de 5G y la experiencia de los usuarios responda a las características de esta tecnología: primero, que las operadoras puedan adquirir del Estado y poner en uso la frecuencia de 700 MHz, actualmente ocupada por la televisión digital terrestre, la más baja de las que dispondrá la telefonía móvil, que por su alcance en intensidad permitirá la cobertura de áreas más extensas y disponer de una señal adecuada en interiores, para una conectividad móvil ininterrumpida sin necesidad de aumentar significativamente el número de nodos de acceso.

En segundo lugar, la UIT y los organismos técnicos independientes que establecen los parámetros de los sistemas de radio, a través del consorcio 3GPP, deberán refrendar las especificaciones técnicas y protocolos de implantación de la versión "16" de 5G, en principio alrededor de Junio tras el cierre esperado de alcances al final del primer trimestre, con una emancipación del 4G a efectos de la identificación de los dispositivos en las redes de nueva generación, de modo que se consiga la mínima latencia del tráfico, la máxima densidad de dispositivos, importantes ahorros en el consumo de energía y un acceso desde la misma red a espectro de uso público, o sea, mejorando sustancialmente la calidad de las comunicaciones a la vez que se consigue la eficiencia que requiere la probable multiplicación de dispositivos conectados.

Naturalmente, los equipamientos de radio que se instalen a partir ese momento sobre la infraestructura ya disponible permitirán comercializar servicios de 5G que cumplan las prescripciones de la tecnología, fijados en 2015, con mejoras exponenciales respecto a 4G en términos de velocidad, densidad, cobertura, mitigación de interferencias, consumo energético y movilidad, que presumiblemente se irán superando a lo largo de la década larga que debe durar la comercialización de esta nueva tecnología móvil, supeditada fundamentalmente a los límites físicos a la compresión de los circuitos integrados.

Nuevos 'chips'

En tercer lugar es necesario disponer de una gama más amplia de microprocesadores "Snapdragon" de Qualcomm para terminales de cliente, en sus diferentes gamas de precio y no solo para los más caros, que con un subsidio mínimo asociados a planes de datos ilimitados y compromisos de permanencia suficientes, permitan que las operadoras inviten a sus clientes con mayores consumos a evolucionar a 5G, consiguiendo un difícil equilibrio entre cuota de mercado y rentabilidad del negocio, que probablemente resulte en una segmentación más clara del mercado, en una especie de reversión a la distinción entre prepago y contrato, en función de los perfiles de uso y de las exigencias de rendimiento de la red, acelerando la co-financiación de la infraestructura entre las operadoras y haciendo aún más relevantes a los ya imprescindibles proveedores de recursos de procesamiento y almacenamiento de datos en la periferia de las redes.

Mientras todo eso ocurre, 5G está siendo probado en múltiples escenarios que permitan aprovechar esta conectividad superior para usos concretos, vinculados, entre otros, a la difusión masiva de contenidos en movilidad, procesos industriales de fabricación avanzada, supervisión de redes eléctricas, cirugía remota de alta precisión, encriptación de datos y, como un parangón de lo que 5G puede llegar a propiciar, la gestión del tráfico de vehículos y el avance de la conducción autónoma. De nuevo en 2020, 5G será la estrella del congreso del móvil de Barcelona en Febrero, donde el ecosistema digital de gobiernos, fabricantes, operadoras, proveedores de aplicaciones y servicios y sus adyacencias podrá constatar los avances de los últimos meses para la esperada globalización de 5G.

Desafíos éticos

Los nuevos negocios alrededor de 5G plantearán nuevos desafíos éticos en torno a la titularidad de las informaciones susceptibles de explotación económica, no obstante la vigencia de normas cada vez más perfectas sobre la protección de los datos de carácter personal, así como las restricciones de orden público que puedan imponerse a la educación o al entretenimiento compartidos, fomentando los encuentros virtuales y el debilitamiento de la intuición en la comunicación entre personas y en la divulgación masiva de conocimientos.

Mientras en España, como en el resto de Europa, el principal escaparate de 5G será la Eurocopa de Selecciones de fútbol, para el que está previsto que todas sus sedes (en España, el estadio de San Mamés en Bilbao) cuenten con cobertura 5G, en China, como parte de la estrategia nacional de modernización, competitividad y productividad de las autoridades, instando la colaboración de las tres operadoras para lanzar una oferta común de 5G (30GB/mes/15€) y aprovechando la capacidad de innovación de los fabricantes locales (Huawei, ZTE, Xiaomi, Oppo, Vivo) se han multiplicado los despliegues en más de 50 ciudades, estimándose que al final de 2020 haya más de 110 millones de usuarios de 5G en China.

En consecuencia, es muy probable que así como el 3G fue una tecnología netamente europea, determinante en la facilidad de circulación transfronteriza de los ciudadanos y 4G americana, propiciando el crecimiento exponencial de las descargas de contenidos, particularmente de vídeos, es más que 5G resulte una conquista de la industria china, con una pluralidad de aplicaciones, entre las que destacan las asociadas a la conectividad de máquinas, con un impacto potencial notable en el crecimiento económico mundial y en la armonización de las relaciones políticas entre Estados, sirviendo probablemente de plataforma común para el desarrollo futuro de sistemas de intercambio de información para la decisión personal en diversos ámbitos de la vida humana.

Alberto Horcajo es Co-fundador de Red Colmena

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