
Vodafone España tendrá el camino despejado para competir en sus servicios para particulares de telefonía 5G durante los próximos meses, debido el desdén del resto de los grandes operadores por disputar este joven segmento de mercado. Mientras que el operador rojo promociona su velocidad de súper alta velocidad -que roza el 1 Gbps y que promete alcanzar los 2 Gbps a finales de año-, tanto Movistar, Orange y MásMóvil miran hacia otra parte.
Todos ellos parecen convencidos de que aún no es el momento de apostar por la nueva generación de telefonía. El alto precio de los terminales compatibles con 5G, todos ellos en el entorno de los mil euros, disuade a estos operadores a lanzar sus servicios comerciales al gran público. Los requisitos para disfrutar de la quinta generación del móvil se limitan a un teléfono compatible, una tarjeta SIM 5G, una tarifa diseñada para los altos tráficos y consumos del 5G y estar en un área de cobertura 5G. Para esto último existen aplicaciones móviles y web con medidores de cobertura para conocer las áreas habilitadas para este tipo de servicios.
Salvo la excepción de Vodafone, el mercado español de telecomunicaciones -siempre a la avanzadilla mundial en la asunción de tendencias e innovaciones-, se muestra ahora parcialmente displicente frente las ventajas de la nueva generación de telefonía.
"Tan malo es lanzar algo tarde como hacerlo de forma precipitada", dijo la semana pasada Mónica Sala, directora de red, sistemas y grandes cuentas de empresa de Orange España. Acto seguido, y para no desvelar pistas a los competidores, la misma directiva aseguró que su compañía está perfectamente preparada para ofrecer la tecnología 5G de forma rápida y efectiva en cualquier momento.
Mónica Sala (Orange): "Tan malo es lanzar algo tarde como hacerlo de forma precipitada"
Desde Telefónica se maneja parecido argumento al de Orange. La maquinaria está engrasada para poner el 5G a funcionar en cuanto se tome la decisión. "No es un cuestión técnica, sino comercial", indican fuentes cercanas a esta última.
Tanto Orange como Movistar coinciden en que el estándar Non Stand Alone "no es el auténtico y genuino 5G", ya que en sus comunicaciones entran en juego elementos de la red fija de 4G y limitan la tecnología a ciertos picos de velocidad en sentido descendente.
Según coinciden fuentes de Orange y Telefónica, la verdadera quinta generación será la que abrace el estándar Stand Alone, aún por anunciar. Además de la velocidad de conexión, el estándar oficial de 5G será determinante en los próximos años gracias a sus bajas latencias -tiempo de reacción de la red- y alta capacidad de servicio ante infinidad de dispositivos o sensores conectados. El retardo se reducirá de los 20 0 30 milisegundos actuales hasta los 5 milisegundos, en su camino hacia el milisegundo.
Mayor velocidad disponible
Vodafone España mantiene la estrategia de ofrecer sus clientes la tecnología más avanzada disponible, a través de la tecnología 5G Non Stand Alone. "Simplemente damos mejores conexiones que las actuales de 4G", esgrimen desde el operador. Entre otros detalles, la capacidad del 5G multiplicará por 100 el número de objetos conectados de forma concurrente. "Ofrecemos a nuestros clientes la mejor velocidad disponible, la de 5G, estandarizada por el 3GPP y Vodafone quiere compartir esas ventajas desde ya con sus clientes", explican desde el operador.
Donde también coincide Telefónica y Orange es en la exigua y onerosa oferta de dispositivos compatibles con el 5G. Vodafone permite conectarse al 5G desde el 'Samsung Galaxy S10 5G' (1.080 euros), 'LG V50 ThinQ 5G' (899 euros) y el 'Mi MIX 3 5G' de Xiaomi (719 euros), todos ellos con precios sin financiar.
En las próximas semanas, todos los fabricantes pondrán en el mercado dispositivos con microprocesadores y antenas de 5G, aunque todos ellos se situarán en la gama alta de precio. Apple, que desvelará su nuevo 'iPhone' el próximo septiembre, no será menos que los grandes fabricantes asiáticos y también podría ofrecer un equipo compatible con las nuevas prestaciones de la red. Todo dependerá de que la experiencia para el cliente sea satisfactoria, en sintonía con la filosofía con el gigante estadounidense.
Por su parte, los competidores de Vodafone España consideran que ni la diversidad ni los actuales precios de los móviles de 5G responden a las expectativas del mercado para que inviten a realizar un lanzamiento generalizado de la tecnología. Pese a ello, no existen posiciones dogmáticas en Telefónica contra el lanzamiento del 5G bajo el estándar Non Stand Alone. Como ejemplo, el operador ya ha anunciado el lanzamiento de la primera versión oficiosa del 5G en el Reino Unido a partir de octubre de 2019, a través de su marca O2.
Posible respuesta en cadena
Los observadores del sector consultados por elEconomista.es opinan que cualquier movimiento de Movistar para lanzar el 5G -y equiparse tecnológicamente a Vodafone España- provocará idéntica reacción por parte de Orange. Y lo mismo sucederá en sentido contrario si la subsidiaria del grupo galo diera el paso. En cualquier caso, las dos compañías prefieren no acortar los tiempos del 4G, tecnología que convivirá durante muchos años con el 5G.
Los expertos consultados consideran que la verdadera revolución del 5G no se orientará para el cliente final, sino para las empresas que sean capaces de crear nuevos casos de uso. La viabilidad y prosperidad de la industria 4.0, robótica, ciudades inteligentes, telemedicina o el coche autónomo -entre otros- dependen directamente de la implantación del 5G.
¿Será caro el nuevo espectro?
Los precios de las frecuencias radioeléctricas de 700 MHz, que se subastarán entre los próximos enero o febrero de 2020, no serán ni caros ni baratos. Todo dependerán de los propios operadores, que pugnarán por ellas en un proceso de "rondas múltiples al alza", por lo que serán las propias compañías de telecomunicaciones las que "decidirán en qué momento quieren dejar de pujar", según explicaron fuentes de el Ministerio de Economía y Empresa.