Evasión

Cómo conservar las manzanas en casa para que no se pudran: con este truco pueden durar frescas hasta dos o tres meses

Manzanas en la nevera | Alamy

Cuando pensamos en fruta una de las primeras cosas que se nos viene a la cabeza es la manzana, ya que es una de las más consumidas. Además, tiene un alto valor nutricional, son muy versátiles en la cocina y su precio no suele ser demasiado elevado. Por eso, en prácticamente cualquier cesta de la compra entran las manzanas.

Uno de sus principales inconvenientes, como ocurre con la mayoría de frutas y verduras, es que en apenas unos días se pone mala. Sin que nos demos cuenta, comienzan a aparecer manchas y arrugas y la manzana se comienza a ablandar. En otras palabras, parece estar en perfecto estado y, al día siguiente, se ha podrido. Para solucionar este problema tan común, existe un método sencillo que puede hacer que duren frescas durante varias semanas.

Empieza en el supermercado

La primera de las claves para conseguir que las manzanas duren mucho tiempo en la nevera es elegir las correctas. Según el diario Vakary Ekspresas, hay algunas variedades de manzana que tienen una vida más larga. Estas son la Granny Smith, la Honeycrisp y la Fuji. Además, es recomendable elegir las que estén todavía un poco verdes ya que si están demasiado maduras son más propensas a estropearse.

Al mismo tiempo, es importante revisar cada pieza antes de meterla a la bolsa. Cualquier golpe o arañazo puede parecer un detalle sin relevancia a primera vista, pero la realidad es que hasta el mínimo daño en la manzana hace que sea más propensa a pudrirse en pocos días.

El almacenamiento

Se aconseja guardar las manzanas en un lugar fresco, con humedad moderada y buena ventilación. En caso de almacenarlas en la nevera, se deben alejar de otras frutas y verduras para evitar que su maduración acelere el deterioro de las manzanas. En esta misma línea, se pueden envolver individualmente en papel para que no se echen a perder todas si una se pierde. De esta forma, pueden aguantar hasta dos o tres meses.

Si por el contrario se dejan fuera de la nevera, la mejor opción son cajas de madera. En esos casos, es recomendable revisar con cierta frecuencia posibles podredumbres, ya que en caso de detectar cualquier signo de deterioro en una pieza se debe alejar de las demás. Otra opción es pelarlas, cortarlas en rodajas y congelarlas. Incluso se pueden deshidratar o envasar al vacío.

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