
Viajar al pasado en Francia sí es posible. Con su rica historia y su espléndido patrimonio arquitectónico, este país alberga grandes joyas de la historia medieval. Imponentes castillos o ciudades amuralladas, en cada rincón de estos lugares es posible sentir la historia de los caballeros, de las órdenes religiosas y de los conflictos del momento. En el corazón de Aveyron, ubicado en la meseta de Larzac, se encuentra un pueblo donde parece haberse detenido el tiempo: La Couvertoirade.
Este enclave medieval es la viva representación del tiempo de los Templarios y los Hospitalarios, quienes dejaron una huella imborrable en sus calles. Con un encanto único y en un ambiente medieval, no es de extrañar que sea considerado como uno de los pueblos más bonitos de Francia.
Un castillo único en un entorno medieval
La fundación de este pequeño enclave medieval se remonta al siglo XII, cuando los Templarios levantaron sus cimientos. Fue considerada desde en un inicio como una encomienda para administrar los recursos locales, pero la llegada de los Hospitalarios en el siglo XV marcó un antes y un después en La Couvertoirade. Fue en este momento cuando se construyeron las murallas de tanto lo caracterizan.
Su impresionante castillo, construido en el siglo XII, es el principal emblema del pueblo. Con una arquitectura sobria y austera, esta fortaleza sirvió como refugio militar y también albergaba servicios religiosos. Desde el año 1944 es considerado un monumento histórico y aunque a día de hoy se trata de una propiedad privada, es posible visitarlo.

Callejuelas empedradas y un molino de viento
No obstante, más allá del castillo, La Couvertoirade ofrece otros muchos encantos. Para realmente conocer este pequeño pueblo fortificado, es imprescindible pasear por sus callejuelas empedradas y realizar el mismo camino que días atrás recorrían los caballeros. De esta manera, se pueden contemplar algunos monumentos importantes como la iglesia Saint-Christophe.
Y otros de los elementos que caracterizan a este pueblo es el molino que se ubica a las afueras de la muralla, en la colina de Rénoudel y que forma una estampa típica de Aveyron.

Relacionados
- Ni París ni Venecia: esta capital europea es la nueva 'Ciudad del Amor' y es perfecta para celebrar San Valentín
- Estas dos capitales europeas bañadas por el río Danubio se encuentran a tan solo una hora de distancia y son perfectas para una escapada
- Viajar al pasado en Tokio: estos son los cuatro rincones escondidos más tradicionales para visitar antes de que desaparezcan
- La verdad al descubierto: esta ciudad europea es la original cuna del croissant (y no París) y su origen esconde una leyenda bélica