Los cambios demográficos, junto con el auge de la tecnología y la automatización, están cambiando la forma en que trabajamos y la forma en que aprendemos. Por tanto, a medida que aumenta la demanda de nuevas capacidades adaptadas al siglo XXI, la renovación y la mejora de las competencias podrá permitir que las organizaciones desarrollen las habilidades necesarias para seguir siendo competitivas. Además, el coronavirus ha acelerado la necesidad de implementar una ambiciosa agenda global de mejora de competencias debido a la digitalización y automatización de los procesos.
La tecnología -como los robots y la inteligencia artificial- continuará cambiando la naturaleza de muchos empleos. Algunos desaparecerán y otros necesitarán nuevas habilidades y formas de trabajar. Hoy, las empresas no pueden prometer a nadie un trabajo de por vida, pero se puede hacer todo lo posible para equiparse con las competencias y habilidades necesarias.
La educación ya no es un proceso lineal ni estanco con el objetivo único de obtener un título, sino un proceso continuo y fluido que debe ayudar a adaptarse a las cambiantes condiciones tecnológicas, económicas y sociales. Así pues, modernizar el tejido empresarial, captar y retener talento tecnológico son algunos de los grandes retos que deben afrontar las empresas en la actualidad. Y ¿cuál es la solución? Muchas empresas están optando por formar a sus propios empleados. Pero los efectos de megatendencias como la digitalización, la escasez de trabajadores cualificados y la globalización son complejos.
Los procesos de reciclaje y recapacitación son necesarios en una sociedad pos-Covid-19, donde las organizaciones deben ser excelentes y retener el mejor talento para ser competitivas. En este sentido, emergen dos conceptos muy presentes en la actualidad: upskilling, el proceso de aumentar las capacidades y competencias en la misma área profesional, pero alcanzando nuevos niveles de desempeño; y reskilling, que hace referencia al proceso de aumentar las capacidades y competencias en otras áreas profesionales.
Entre 2019 y 2021 Banco Santander habrá concedido más de 325.000 becas
Es decir, en el primer proceso, un ejemplo sería un analista de marketing que trabaja en el departamento de Marketing y que quiere cambiar al campo de la ciencia de datos. Debido a sus competencias como analista, ya conoce muchas herramientas, técnicas y funciones que también se requieren en el campo de la ciencia de datos. Sin embargo, con una capacitación específica, esta persona tiene la oportunidad de reunir estas habilidades, expandirlas y agregar las calificaciones necesarias.
Por otro lado, el reciclaje de un empleado se vuelve necesario cuando esta persona cambia de su puesto actual a una nueva área de actividad y, por lo general, también a un nuevo departamento. El empleado de Marketing, siguiendo con el ejemplo, podría percibir una mejor oportunidad profesional si está capacitado como científico de datos. Así pues, para comenzar una carrera en este campo y ser realmente exitoso como científico de datos, necesitará una amplia gama de nuevas habilidades y conocimientos.
Preparados para VUCA
Ante estos nuevos retos, los entornos complejos y actuales denominados VUCA (volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad, por sus siglas en inglés) requieren de profesionales formados e imparables. De hecho, el Foro Económico Mundial estima que más de la mitad de todos los empleados (54%) requerirán una recapacitación "significativa" para 2022. En su informe El futuro del trabajo se desvela que los trabajadores en activo ponen énfasis en las necesidades de formación para el desarrollo personal, cuya demanda ha crecido el 88%, mientras que los desempleados ponen su foco en aprender competencias digitales.
Consciente de ello, Banco Santander evolucionó hace unos meses sus programas de becas para impulsar a través de alguna de sus iniciativas en ese reciclaje profesional del que hablamos. Las ayudas están dirigidas tanto a jóvenes estudiantes como a profesionales que buscan reciclarse para adaptarse al nuevo entorno laboral emergente. Así, por ejemplo, algunos de los programas más significativos son los siguientes:
- Becas Santander Skills | Upskill your Talent-Esade, para potenciar las soft skills, claves para mejorar la empleabilidad en un entorno laboral marcado por la transformación digital y la demanda de nuevas habilidades trasversales en los profesionales, como liderazgo, creatividad, productividad personal, inteligencia emocional o capacidad de negociación.
- Becas Santander Tecnología | Conecta, para ayudar a paliar la brecha digital entre los universitarios españoles. Estas becas proporcionan un ordenador portátil a estudiantes con dificultades económicas y una ayuda de 350 euros para soluciones de conectividad durante el curso académico 2021/2022.
- Becas Digital Experience, lanzadas en colaboración con grandes empresas como IBM y Amazon Web Services, para formar a estudiantes en tecnologías como la inteligencia artificial o las distintas herramientas relacionadas con el cloud computin.
- Becas Santander Habilidades | Evolution, para ayudar a los jóvenes a preparar su entrada en el mercado laboral. Estas becas proporcionan formación online a mayores de edad residentes en España con o sin estudios universitarios, que necesiten orientación para enfrentarse a los nuevos procesos de selección de las empresas.
Estas becas, que pueden consultarse en www.becas-santander.com, se enmarcan dentro de las más de 30.000 que Santander concederá este año en España, tras la concesión de más de 156.000 becas el pasado año a nivel global. Con esto, en total, la entidad habrá concedido hasta finales de este año más de 325.000 becas y ayudas desde 2019, un 62% más (lo que se traduce en 125.000 becas más) del objetivo fijado para este periodo. Solo en España, se habrán concedido 85.000 de estas ayudas. Esto demuestra el gran compromiso del banco ante momentos convulsos como el actual donde se sufren las consecuencias socioeconómicas provocadas por la crisis sanitaria.
Habilidades esenciales
La mejora de las habilidades tiene el potencial de transformar economías enteras y sus impactos pueden crear efectos positivos dominó en la economía debido al aumento de la productividad. De hecho, cuatro de cada cinco directores ejecutivos han identificado la falta de habilidades esenciales de sus empleados como una amenaza para el crecimiento en la 22ª Encuesta Global Anual de directores ejecutivos de PwC.
Uno de los desafíos a los que se enfrentan los empleadores, educadores y trabajadores es planificar hoy las habilidades que tendrán una gran demanda mañana. Además de adquirir habilidades digitales concretas, los empleados que aportan un compromiso a largo plazo con el aprendizaje, el crecimiento y la agilidad se beneficiarán a medida que la tecnología continúe cambiando la forma en que se trabaja. Por tanto, la disposición para aprender cosas nuevas puede ser una de las habilidades más importantes para desarrollar en un entorno de trabajo que cambia rápidamente.
4 de cada 5 directivos ven una amenaza en la falta de habilidades de sus empleados
La necesidad de habilidades manuales y físicas, así como las cognitivas básicas, disminuirá, pero crecerá la demanda de las tecnológicas, sociales y emocionales y cognitivas superiores. Algunos trabajos serán especializados. Pero en un mercado laboral más automatizado, digital y dinámico, los ciudadanos se beneficiarán de tener habilidades fundamentales que les ayuden a cumplir los siguientes criterios, sin importar el sector en el que trabajen o su ocupación: agregar valor más allá de lo que pueden hacer los sistemas automatizados y las máquinas inteligentes: operar en un entorno digital y adaptarse continuamente a las nuevas formas de trabajar y a las nuevas ocupaciones.
