De una antigua cuenca minera a un polo energético del siglo XXI: así se transforma Andorra (Teruel) con su preparación para construir un 'hidrogenoducto' que conectará con la futura red nacional y abrirá las puertas al hidrógeno verde industrial. El fondo danés Copenhagen Infrastructure Partners impulsa una nueva infraestructura estratégica que supone, a la vez, el nacimiento del segundo transportista de hidrógeno, además de Enagás.
La CNMC ya ha emitido su informe sobre la futura conexión entre Andorra y Caspe, paso clave para el Proyecto Catalina, y ha planteado los requisitos necesarios para llevar a cabo la inversión.
La conexión entre la planta de producción de hidrógeno en Andorra (Teruel) y la red troncal nacional en Caspe (Zaragoza) marcará un nuevo hito en el despliegue del hidrógeno renovable en España.
La infraestructura, cuya tramitación avanza ante el Gobierno de Aragón, permitirá transportar hidrógeno producido a partir de energías solar y eólica hasta su inyección en la futura red troncal nacional.
El tramo del ducto, denominado Andorra-Caspe, ha sido objeto de un informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
Según la documentación remitida a la CNMC, la planta de Andorra alcanzará los 2 GW de potencia renovable (combinando fotovoltaica y eólica), alimentando electrolizadores para la producción de hidrógeno.
El trazado del hidrogenoducto discurrirá en paralelo al gasoducto "Ramal a Alcañiz", operado por Enagás, y contará con una posición intermedia en el municipio de Alcañiz, antes de conectar con la red troncal en Caspe. Este diseño pretende optimizar infraestructuras existentes y facilitar el acceso del hidrógeno aragonés a los mercados industriales.
El informe de la CNMC confirma que el proyecto debe someterse a la legislación del sector de hidrocarburos, adaptada en 2022 para dar cabida a las redes aisladas de gases renovables, como el hidrógeno.
A pesar de validar el marco normativo, el regulador recuerda que su papel es emitir un informe previo preceptivo sobre la propuesta de autorización administrativa, no sobre el anteproyecto técnico en sí.
Para avanzar, la CNMC señala que deberá recibir la propuesta de autorización del órgano competente del Gobierno de Aragón junto con el expediente completo del proyecto. Entre otros requisitos, la empresa promotora deberá demostrar su capacidad técnica, legal, económico-financiera, y el cumplimiento de la normativa ambiental y de ordenación del territorio.
Este tramo del hidrogenoducto es una pieza más del rompecabezas que conforma el Proyecto Catalina, un desarrollo industrial de gran escala que busca transformar el antiguo entorno minero de Andorra en un nodo clave de energías limpias.
La declaración del proyecto como inversión de interés autonómico y general por parte del Ejecutivo aragonés ha permitido acortar plazos de tramitación y canalizar recursos estratégicos.
La canalización proyectada, a cargo de CI ETF I GREEN HYDROGEN FOR SPAIN, S.L.U., será fundamental para conectar la producción local con los grandes polos de consumo, dentro y fuera de la península. Su conexión a la red troncal es además un paso clave para la futura integración del hidrógeno en los mercados energéticos organizados y para su futura exportación a través del BarMar.
El hidrógeno renovable se perfila como uno de los vectores esenciales para alcanzar los objetivos de neutralidad climática en 2050. Su papel será determinante en sectores donde la electrificación no es viable, como la industria pesada, la aviación o el transporte marítimo. Proyectos como Catalina, y esta conexión, evidencian que la infraestructura necesaria para este salto energético ya se está desplegando.