Energía

Qué hacer para acabar con las paredes frías: tres soluciones baratas y efectivas para aislar la vivienda sin reformas

Mujer abrigada tiritando en su casa | Foto: iStock

Marzo no da tregua: empieza una nueva semana marcada por las lluvias y las bajas temperaturas en gran parte del país, lo que obligará a cientos de familias a tirar de calefacción y mantas para entrar en calor. Aunque el frío continúa colándose en nuestros hogares, pronto podremos disfrutar de más horas de sol cuando adelantemos el reloj el próximo día 30. Hasta entonces tendremos que encontrar la forma de atemperar nuestro hogar.

Si no queremos que la factura se dispare, más teniendo en cuenta que el IVA de la electricidad ha vuelto al 21%, lo más aconsejable es mantener la temperatura en torno a los 21 grados, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Es más, cada vez que subamos el termostato estaremos incrementando nuestro recibo en un 7%, y lo subiremos mucho más si vivimos en un piso viejo y mal aislado, haciendo que sea necesario un mayor consumo de energía para calentarlo.

En un primer momento podemos pensar que las puertas y las ventanas son los puntos críticos, y es cierto, pero tenemos que sumar un elemento más: las paredes. Simplemente al tocar una pared que da al exterior podemos notar que su temperatura es significativamente más baja que la de la estancia, incluso si tenemos la calefacción puesta. En ciertas ocasiones hasta podríamos asegurar que está húmeda u observar gotas de condensación, señales de un aislamiento pésimo.

Los mejores materiales aislantes

Está claro que tenemos que tomar cartas en el asunto. No hacen falta grandes inversiones ni reformas para conseguir que nuestro hogar tenga la suficiente eficiencia energética como para camuflar las paredes frías, de hecho es más fácil de lo que parece.

Una forma rápida y sencilla de rebajar este problema es aplicar una capa de pintura termoaislante en las zonas más húmedas, normalmente visibles por manchas en la pared. Haciéndolo podremos mejorar no solo la capacidad anticondensación de nuestras habitaciones, sino también su aspecto.

Otro material aislante que podemos aprovechar para condensar el calor son los paneles de corcho que, además de ofrecer aislamiento térmico, también impide que se cuelen ruidos molestos. Y su colocación no podría ser más sencilla: basta con pegar o atornillar la placa a la superficie elegida, sin reformas ni males mayores.

Bien es cierto que el corcho es más visible que otras alternativas y no es para todos los gustos. Si eres de esos que no quiere sacrificar la estética y prefieres algo más discreto puedes optar por poner paneles aislantes de alto rendimiento. Con el paso de los años los fabricantes han conseguido sacar adelante un producto más fino y estilizado que los primeros modelos, manteniendo también su efectividad tanto en aislamiento como en colocación. Tan solo hay que adherirlos a las paredes y con el paso de las horas notaremos la habitación mucho más caliente.

Cuando no hay solución posible, lo mejor es comparar diferentes tarifas eléctricas para contratar la que mejor se adapte a nuestras necesidades, además de revisar la caldera y purgar los radiadores con regularidad para que sean lo más eficientes posible.

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