Energía

Apagar la calefacción o dejarla encendida: esto es lo que debes hacer para ahorrar y mantener la vivienda caliente durante todo el día

Radiador calentando unas manos | Foto: alamy

Es un hecho: las facturas se acumulan y el dinero se esfuma. Encender la televisión, el horno, el microondas o incluso cargar el móvil se ha convertido en un lujo para muchos, sobre todo desde el fin de la rebaja del IVA a la electricidad, que desde enero vuelve a tributar al 21%. Otras partidas, como la cesta de la compra, también se han encarecido, tanto que llegar a fin de mes es cada vez más complicado para millones de españoles que buscan desesperadamente un método de ahorro fácil y rápido.

Una de las primeras cosas de las que prescindimos es la calefacción, sobre todo porque tenemos otras alternativas a las que podemos recurrir si tenemos frío (mantas, batas...), aunque a nadie le apetece ponerse el abrigo en la comodidad de su hogar. Lo cierto es que, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), la temperatura ideal para un domicilio está en torno a los 21ºC, cifra que también recomienda el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) .

Es más, los que abogan por ir en manga corta por casa durante todo el año deberían saber que cada vez que aumentan el termostato en un grado, la factura de la calefacción se incrementa un 7%.

Una opción que parece razonable para fomentar el ahorro energético es apagar la caldera por la noche: estamos arropados y no tenemos necesidad de agua caliente. Sin embargo, al salir de la calidez de nuestra cama por la mañana notaremos como el ambiente está frío e iremos inmediatamente a encender la calefacción. A la espera de obtener resultados inmediatos lo cierto es que, al haber estado apagada toda la noche, la caldera tardará un rato en recuperar su temperatura óptima y redirigir el calor hacia los radiadores, tal y como explica Iberdrola.

Reiniciar la caldera, lo más caro

El esfuerzo extra que tiene que realizar la caldera al reiniciarse podría pasarnos factura, literalmente, incluso puede que no nos compense. Recuperar una temperatura de 20ºC no es ni fácil ni rápido después de estar apagada toda la noche, de hecho puede que el proceso termine consumiendo la misma energía que si dejamos el termostato en un modo constante de 15ºC. Es más, someter a la caldera a un apagado y encendido constante puede acabar reduciendo su vida útil e incluso, en el peor de los casos, rompiéndola. Para no jugárnosla, podemos seguir estos consejos de la OCU:

  • Instalar burletes en puertas y ventajas para taponar la entrada de aire y conservar la temperatura del interior de la vivienda.
  • Ventilar por la mañana temprano y aprovechar las horas de luz con las persianas bien arriba y bajarlas inmediatamente cuando se vaya el sol.
  • Utilizar alfombras y cortinas de color oscuro para absorber la radiación solar y ayudar a subir la temperatura.

Otra opción es instalar un termostato inteligente para controlar mejor la temperatura. Aunque es una inversión más cara -en torno a los 200 euros- podemos amortizarlo si aprovechamos todas las funciones que ofrece e incluso rebajar nuestra factura entre un 20% y un 40%.

De todos modos, esto no servirá de mucho si no tenemos el sistema de calefacción a punto o abusamos del tirón de la caldera. Por eso es recomendable purgar los radiadores cada año o echarnos alguna manta de más encima para no tener que subir de más la temperatura, aunque también hay que considerar la calidad del aislamiento térmico de nuestra vivienda para evitar que el vapor de agua se condense en las paredes o que las tuberías se congelen.

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