
Una de las mayores preocupaciones de los españoles y españolas en las redes sociales (sobre todo 'X') este inicio de año es la factura de la luz. De ahí que siempre se busque el modo más económico de afrontar este gasto sin disminuir la calidad de vida.
En función del tipo de electrodoméstico del hogar, representan nada más y nada menos que el 55% de esta electricidad, lo que se traduce como que consumen entre 2.000 y 3.000 kWh al año. Y es que no depende de cuántos aparatos se tengan en casa, sino de su eficiencia y de la manera en que se usen.
En profundidad
Ante este panorama, muchas personas se preguntan cuál es el electrodoméstico que más aumenta el valor de la factura de la luz. Pues bien se trata del televisor, aquello que utilizamos a diario para ver nuestra película favorita, nuestro programa de humor preferido o el partido de fútbol de nuestro equipo.
Una de las razones consumen tanto es porque suelen estar conectados a internet, lo que les permite actualizarse de manera constante. Además, a diferencia de otros como la nevera o la lavadora, siempre están preparados para encenderse y rara vez fallan.
Recomendaciones
Cabe destacar que una de las mejores formas para reducir el gasto de la electricidad cuando no estemos pegados a este aparato es desenchufarlo. Por ejemplo, cuando las familias abandonan el domicilio durante un breve periodo de tiempo, lo más recomendable es desconectarla de la luz.
El consumo medio de entre 0,5 y 3 vatios, tanto a corto como a largo plazo, puede suponer del 10% al 20% más en la factura de la luz a fin de mes. Otra alternativa que no requiere esta complejidad es ajustar parámetros como el brillo, debido a que reducen su consumo.
Y, por supuesto, apostar por modelos que traen incorporada la opción de ahorro de energía. Esto último, aunque siempre genera debate, es la pura realidad, que está respaldada por numerosos estudios en la actualidad.